Me trae a cuento que hoy les hable de un admirable político que hay en Ceuta que ha logrado una carrera sin precedentes sin siquiera haberse molestado en enfrentarse a una sola votación. Según dicen resulta realmente impresionante cómo logra ser colocado a dedo en puestos de confianza mientras el resto de sus colegas tienen que lidiar con ese fastidioso proceso democrático.

¿Democracia? ¡Bah! Eso es para los débiles y los ingenuos. Nuestro político sabe que el camino más seguro hacia el poder es a través de los oscuros pasillos de su partido, donde las intrigas y las maquinaciones son moneda corriente. No se le puede culpar, después de todo, por asegurarse de que su propia pervivencia sea la máxima prioridad para él.

Su lealtad hacia el partido es verdaderamente encomiable. Mientras guarda celosamente secretos inconfesables, que muy posiblemente involucran turbias tramas y algún que otro delito, nuestro personaje obtiene su poder. Y con ese silencio y esa lealtad, se vuelve indispensable para aquellos que están dispuestos a ceder a sus demandas. ¡Qué habilidad para jugar sus cartas!

No se puede negar que es un individuo intrigante. De apariencia tímida y retraída su aspecto callado es solo una fachada, una cortina de humo para ocultar su verdadera malicia. Uno podría pensar que alguien tan reservado carece de ambición, pero no subestimemos a este astuto y perverso personaje. Ha logrado vivir cómodamente de un sueldo pagado por la administración pública durante más de 20 años, todo gracias a su dedicación a la política, a la manipulación de quienes lo rodean y al beneplácito de Juan Vivas. Por eso él es el primero en fomentar el caudillismo.

No podemos olvidar que quien presuntamente se aprovecha de su acceso a información privilegiada en materia de urbanismo es conocedor de los planes y proyectos en desarrollo y los puede utilizar para manipular y tomar decisiones a su medida, construyendo y destruyendo a su propia conveniencia. El control sobre el tablero de juego urbano es una prueba más de su habilidad para perpetuarse en el poder y así obtener un beneficio personal.

Bravo, porque su habilidad para sobrevivir en este mundo despiadado de la política es verdaderamente asombrosa. Que siga disfrutando de los beneficios de la administración pública mientras el resto de los mortales tienen que arrastrarse por el laberinto de las elecciones y la verdadera democracia. Su legado será recordado... o tal vez no, porque nadie se atreverá a mencionar su nombre en voz alta.

Y por todo esto y porque lo ha ganado, al Celedón el siguiente verso le regalo:

En los oscuros dominios de la intriga,
se encuentra un político perverso y sutil,
que sin presentarse a una elección febril
gracias al dedo, logra poder y barriga.

Sin mostrar su rostro en las urnas sagradas,
se coloca en puestos de confianza y favor,
con el único objetivo de su propio mugor
tejiendo su red de maquinaciones malvadas.

En el partido donde con avidez milita,
es el más leal al líder intocable,
y un experto en la siniestra intriga.

Guarda con celo secretos inconfesables,
trabajos sucios para la política, 
su valor está en tareas innombrables.

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Tímido y callado se nos presenta,
pero bajo esa apariencia 
hay un ser malvado y cobarde sin solvencia
que maquina su despiadada carrera.

Vive del sueldo de la administración,
información privilegiada sin parar
porque en el partido medra sin cesar
¡Provecho de dos décadas de ambición!

En cuestiones de urbanismo,
manipula el tablero a su antojo y capricho,
construye y destruye sin miramiento,
mientras sacia su sed de poder y enriquecimiento.

Oh, político que de escrúpulos careces,
tu carrera es símbolo de corrupción,
pero con tus acciones no nos malveces
la justicia, algún día, encontrará tu redención.