Marruecos volvió a imposibilitar el paso de mercancías a través de la frontera del Tarajal, en la tercera 'prueba piloto' que la administración española realizó en cumplimiento de los acuerdos suscritos en febrero de 2022 y consolidados en la Reunión de Alto Nivel (RAN) que mantuvieron los gobiernos de Madrid y Rabat, el pasado mes de febrero.

La puesta en marcha de una aduana comercial “normalizada”, el término que más repiten en en lado español de la frontera tanto desde la Delegación de Gobierno como desde el Gobierno de la Ciudad, se hace esperar, pese a las promesas de las distintas adminsitraciones y el creciente temor del sector empresarial y productivo.

Un nerviosismo que aumenta ante la cercanía de la Operación Paso del Estrecho (OPE 2023) que arranca el próximo 15 de junio y en la que, el pasado año, casi 3 millones de viajeros y cerca de 700.000 vehículos cruzaron España y entraron a través de las Ciudades Autónomas a los países del norte de África.

Esta tercera operación arrancó en la mañana de ayer con el paso de una furgoneta con rollos de papel a territorio marroquí. Sin embargo, el vehículo estuvo retenido y tardó unas 12 horas en regresar a suelo español. El otro transporte previsto era el de una batea vacía para recoger arena de Marruecos y exportarla, a modo de prueba, hacia la Ciudad Autónoma. 

Sin embargo, este hecho no se produjo, pese a los esfuerzos de miembros de la Delegación del Gobierno en Ceuta, entre ellos el propio delegado, Rafael García, y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que intentaron negociar, sin éxito, con los reponsables marroquíes de la aduana. 

Otro intento más que no termina de cuajar, en un contexto marcado por la cita electoral de este domingo, en la que se elige a la nueva Presidencia de la Ciudad, y por las generales de diciembre, en la que las encuestas apuestan por un vuelco a favor del bloque de la derecha a nivel nacional.