Juan Gutiérrez el candidato del PSOE ha optado en esta campaña electoral por ir rodeado de oropeles, aparentando mucho respaldo de acompañamiento. Ha intentado trabajar una imagen de cercanía, populista, próxima, de hombre del pueblo. Y como no es oro todo lo que reluce, también se comentan las múltipldes promesas que viene repartiendo a diestra y siniestra, hasta el punto del incumplimiento por el desmadre originado. "No hay tanto pastel para tanta gente", se dice. Es obvio que la ruptura del ayuno para arropar a Zapatero (el presidente más catastrófico después de Sánchez del gobierno español y promarroquí demostrado), a base de comida fue tan muiltitudinario como el mítin en el auditorio de Pedro Lamata, uno de los clásicos feudos socialistas. Allí se agotó la comida y la bebida, porque cuando se trata de acudir gratis a "gorronear" todo el mundo está dispuesto. Otra cosa será acudir a votarle en las urnas.

El populismo engañoso lleva a decepciones. Otro dato a tener en cuenta es la presencia de políticos de primer nivel en apoyo a su candidatura. Todos en precampaña. Está por ver si en esta última semana, en la recta final, habrá algún otro apoyo en Ceuta, que es cuando los movimientos decisivos se emplean a fondo.

Esta precampaña ha presentado en sociedad a Juan Gutiérrez, sempiterno segundón con Manuel Hernández. Se ha hecho fotografías y vídeos, inundando las redes sociales de su imagen campechana. Y se ha hecho rodear de una corte como acompañamiento de "campaña" para reclamar el voto en las urnas.

La supuesta confrontación de Gutiérrez y Vivas no se la cree nadie. Su falta de credibilidad viene marcada por esta última legislatura donde han compartido el pan y la sal. De ahí que ni la municipalización de la basura ni la problemática de las barriadas, sean cuestiones de enfrentamiento creíble. Aprobaron tres presupuestos sin rechistar y ahora, ambos hacen el simulacro de "atacarse" tomando por ingenuos a un electorado que ha comprobado que PP=PSOE.

Intenta Gutiérrez crear unas expectativas que no se corresponden con la realidad como ha "desenmascarado" Ramón Rodríguez y Podemos con ese "Prometeo encadenado" que ha alcanzado a las mentiras del PSOE en su línea de flotación. La candidatura socialista teme a Ramón Rodríguez porque le ha dicho lo que ni PP, ni MDyC ni Ceuta Ya, han sido capaces. A pesar de las ofertas de Gutiérrez, deseoso de "enterrar el hacha de guerra" para no verse desarbolado en su mensaje, Juan Vivas se ha limitado a defenderse de los "ataques" de Gutiérrez sin entrar en el fondo de cuestiones socialistas que son todo un engaño: aduana comercial, plan estratégico, pactos en empresas municipales y un largo etcétera que han compartido por intereses mutuos el bipartidismo que quiere eternizarse en el poder. De ahí esa igualdad compartida del PP=PSOE que tan evidente ha sido durante la última legislatura.

Lo peor que le podría pasar al PSOE es que Ramón Rodríguez obtuviera escaño, pese a su humilde pero convincente campaña, y se convirtiera para PP=PSOE en un diputado que les pondría en un serio compromiso, no ya por quitarle votos a los socialistas, sino por ser una voz distinta que dote de frescura los discursos de esa izquierda que no sale de su círculo vicioso, sirviendo de muleta al PP de Juan Vivas. Ahora son muchos los que están conociendo las propuestas de Ramón Rodríguez, sus intervenciones radiofónicas, sus artículos de colaboración en medios, la presentación de sus libros y su discurso diáfano, directo y comprometido. Se puede convertir en una piedra en el zapato del PSOE de Juan Gutiérrez. Su imagen da muchas más confianza y, de momento, no tienen que justificarse de nada, ni trae mochila alguna ni tiene cuentas pendientes como ese socialismo destructor y mentiroso que gobierna desde la Moncloa.