El extraño y sospechoso idilio entre los desenlaces favorables para los grandes prebostes judicializados con prescripciones oportunas de sus delitos, son el sarcasmo de que "la justicia es igual para todos". De hecho, aquí en Ceuta tenemos ejemplos cercanos con nombres y apellidos ilustres, que han salido indemnes de sus entramados ilíctos penales por estas razones.

Acá, allá y acullá hay habilidosos que ponen las peras al cuarto a quienes la desgracia señalan como víctimas de  maquinaciones para su aniquilación y lapidación social. En otros casos, la indulgencia es plena como ejemplo de tolerancia y comprensión.

En esta última semana, al líder del Partido Popular de , Alberto Nuñez Feijóo, ese que parece don Quijote de la Mancha de tanto ponerse de perfil cuando ha de dar la cara, le ha surgido su pecado original como un brote verde: la foto que el PSOE gallego en su día envió al PP (como hizo recientemente con el caso del hermano de Ayuso, como práctica intimidatoria habitual "de favor") para amedrantar a la derechita cobarde: Feijóo con el narcotraficante gallego Marcial Dorado en el yate de éste por la ría de Arousa, famosa por su ancestro de narcotraficantes en el área.

Dicen que en la época de Pepiño Blanco, cuando se mostró esta imagen a Nuñez Feijóo éste dijo:"¿De dónde ha salido esto?". Fue su mochila política para los restos, su mancha para que no fuera inmaculado, la misma que impidió años atrás que diera con decisión el paso al frente como recambio de Rajoy y que ahora, 30 años después, pensó que el Alzheimer político de los socialistas, iba a dejar en el desván del olvido. Ingenuo Feijóo si creía que la causa-efecto no iba a "desenterrar" esa referencia, para quien es especialista en "profanar" tumbas y aquí aplicó al líder del PP su particular Memoria Democrática.

Quien pensara que el socialismo maltrecho y acorralado con el desastroso asunto de la polémica de Irene Montero con  "sólo sí es sí" con más de 700 delincuentes sexuales con reducción de condena en la calle, además del coste político de la trama de Tito Berni, un asunto escandaloso de puterío mundano con dinero público, (en Andalucía ya tuvo sus antecedentes) estaba equivocado, algo que parece que a los políticos "los pone mucho", porque aquí en Ceuta hay referencias muy similares de cómo el dinero público se utiliza para estas alegrías libidinosas.

Vivas se ha convertido en el sempiterno acompañante de sus mujeres al Juzgado: lo hizo con Yolanda Bel con ocasión del caso Kibesan y sus pagos fraccionados, del que "Conciencia Libre", esa asociación que quería luchar contra la corrupción, sufrió como se dice en Ceuta, la 13-14 que le hicieron, y ha vuelto a visitar los Juzgados con Mabel Deu, formando pareja de consolación por la devolución de menores en la frontera, pero él nunca sale salpicado ni firma nada y deja en el camino a sus mujeres tiradas por cumplir sus órdenes: Susana Román y Rabea Mohamed en el caso Emvicesa, defenestradas de la política, obviando la presunción de inocencia que sí se le dispensó a Mohamed Alí.

La justicia y los procesos judiciales con las prescripciones incorporadas, hacen cabriolas como la de Guillermo Martínez, actual coordinador de campaña del PP, a quien las prescripciones judiciales también le favorecieron, porque a un abogado "se le pasó" una fecha de recurso y dejó tirado a su cliente al que le devolvió más de 5.000 euros sin que se le reclamara indemnización por tal negligencia profesional que exhoneraba a Guillermo Martínez en una causa que le implicaba siendo miembro del Gobierno de Vivas.

Los "olvidos" en procesos judiciales para favorecer, según a quien, son otra de las tramas que empaña lo que habría de ser transparente, porque en este caso los políticos ni tienen el techo de cristal ni pretenden tenerlo. En todos estos casos, hay que contar con los colaboradores necesarios para llevar a buen fin el éxito de los objetivos.

La foto de Feijóo en el yate con Marcial Dorado, aunque sea color sepia, (por los 30 años transcurridos), retrata las malas compañías de un político que pierde toda su credibilidad y sentido crítico con estas "juntaeras". Leer que el socio preferente del PP de Murcia sea el PSOE y que da libertad a sus barones para que sumen con Vox si no hay alternativa, demuestra que priorizar al PSOE (el de pactos con Bildu, independentistas y comunistas) como socio de investidura, es reírse de su electorado a la vista de los repudios antiSánchdez y deja vacío el mensaje de Feijóo, falto de coherencia y credibilidad contra Sánchez. Ya no es la derechita cobarde sino el socialismo azul de lo que estamos hablando con el engaño electotral como moneda de cambio. El PP busca un cheque en blanco en el voto de sus afines para mercadear con el PSOE. La gran mofa de Feijóo, el amigo del narcotraficante gallego. Un asunto del que el PP ni el protagonista, replicaron ni han dicho ni pío. Por algo será. Y ya saben que el que calla otorga.