Once de marzo, una fecha inolvidable, al menos para mí. Habrá otros muchos que ni les suene, y otros que prefieran que se pase de puntillas por el triste aniversario.

Yo me despierto cada once de marzo, desde aquel negro jueves, con la extraña sensación de que se me encoge el alma. CIENTO NOVENTA Y DOS personas perdieron la vida en los atentados de Madrid de esa mañana. Qué rápido olvidamos! … Cuando queremos.

Yo me niego a olvidar, y reniego de una sociedad que prefiere el olvido a la verdad, a la justicia. Hoy deberíamos empezar toda actividad con un minuto de silencio, aunque fuese sólo eso, en recuerdo de aquella tragedia. De aquella derrota como Estado. De los CIENTO NOVENTA Y DOS. Qué menos que recordarlos cada año en este día?.

En mi ciudad, Ceuta, se celebra hoy un evento deportivo importante. La Cuna de La Legión. Empezará en breve. Sería un importante gesto empezarla con ese minuto de silencio. Sería un sentido homenaje a los CIENTO NOVENTA Y DOS. Al igual que el resto de eventos que se desarrollarán hoy por toda España.

Para los autores del atentado, los que lo prepararon, aquellos otros que pudieran haber tenido indicios y no hicieron nada por evitarlo, los que pudieron aprovechar la barbarie para medrar, a los que de alguna forma han contribuido a que la duda se extienda sobre los hechos. A todos y cada uno de ellos, sin excepción ni distinción, los maldigo y espero que no encuentren paz ni en esta vida ni en cualquier otra que pueda existir, que en sus peores pesadillas vean desfilar por su mente los rostros de los CIENTO NOVENTA Y DOS.

Descansen en PAZ las víctimas.