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Lunes, 30 de Enero de 2023
Diario de Ceuta

Un teatro en la aduana

Los políticos ceutíes necesitaban mostrar una apertura ficticia de la ansiada aduana comercial. Y así lo hicieron, se pusieron sus mejores galas e interpretaron un papel sin guión. 

 

Para ello, se valieron de la empresa de cabecera de la ciudad, esa que representa al oficial sponsor y son los reyes del monopolio. Sólo ellos podían ponerse a disposición de tal esperpento. Una mentira que dejaba en evidencia la falta de previsión en estructuras, el desconocimiento de las negociaciones con Marruecos de nuestras autoridades y el arte de la improvisación puesta en escena una vez más. 

 

Y cómo no, para ellos convocaron a los medios locales, esos que necesitan contar lo que le dicten. aunque los hechos no coincidan con aquello que ven ante sus ojos. Una pantomima con luz y taquígrafo, donde la prensa se vanagloriaba de una suerte figurada. Discursos que no coincidían con la acción postiza que sucedía delante de las cámaras. Una comedia sin argumento alguno, como siguiendo unas pautas impuestas que se deben seguir para continuar comiendo de la sopa boba. 

 

Las ventajas futuras de una verdadera aduana comercial de Ceuta dependerán de las exigencias, chantajes e imposiciones que nos obligue Marruecos en la próxima cumbre con el decadente gobierno de Pedro Sánchez.

 

Resulta cómico, cuanto menos, la forma de expresarse de forma triunfalista de los líderes del PSOE local, que son unos perfectos neófitos del tejido productivo de Ceuta y se permiten el lujo de promocionarse delante de un infame paripé. 

 

Una vez más, se pone de manifiesto la ingenuidad de los políticos ceutíes y su posición ajena a toda negociación con el país vecino. De esa forma, Ceuta no puede dedicarse a negocios regulares y se ve en manos de una administración que sólo atesora el poder para medianías, obviando las aspiraciones comerciales y obligando al pueblo a mendigar subsidio. Una pescadilla que se muerde la cola, que quizá para muchos suponga una anécdota, pero que no lo es para las miles de criaturas que suben las persianas de sus negocios para ganarse la vida. 

 

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