Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están investigando si hubo coacción en las supuestas denuncias de Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) hacia Javier Guerrero. El exconsejero del PP permanece en una prisión en Cadiz tras ser acusado de supuesto abuso de menores.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Ceuta está analizando, según publica este miércoles El Debate, el testimonio de un trabajador de un centro de menores de Ceuta que contó ante la Policía Nacional que los menas eran amenazados si no denunciaban a Guerrero.

Se llega incluso a decir que los menores eran castigados “con agresiones físicas y sin comer” si no denunciaban unos hechos que nunca habían en realidad ocurrido. En concreto, El Debate publica un fragmento del atestado policial, fechado el pasado 30 de septiembre de 2022, en el que un monitor del centro de menores Piniers denunciaba que varios MENA le habían confesado que eran castigados con “tratos vejatorios, con agresiones físicas y amenazas de represalias” si no interponían denuncias falsas contra Guerrero.

El citado periódico publica que los menas, según figura en el atestado policial que lleva la numeración 16.403/22, recibían estas consignas “por parte de Julio Manuel Rodríguez Mateo, director del centro La Esperanza”.

Asimismo informan de haber tenido acceso a un segundo atestado policial, con el nº 16.414/22, en el que se incluye la declaración de dos trabajadores más. “El pasado 6 de septiembre de 2022, una monitora del centro La Esperanza acudió a las dependencias policiales de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) para declarar relatar que un mena le había contado que iba a ser trasladado a un centro de la península ibérica gracias haber denunciado falsamente al exconsejero del PP”.

Otro trabajador, recoge también El Debate, confirma que el médico pasaba consulta en el centro de menores pero que nunca se quedaba sólo con ellos.” Al atenderlos siempre estaba acompañado de un vigilante de seguridad y de, al menos, un monitor del centro”.