El Servicio de Consumo de la Ciudad, dependiente de la Consejería de Sanidad, Consumo y Gobernación, recuerda a los consumidores que durante el periodo de rebajas mantienen todos sus derechos ante la oferta de productos y servicios.

Así, la Ley 7/1996, de 15 de enero, de Ordenación del Comercio Minorista es la que establece estos derechos. En primer lugar, las rebajas se consideran actividades de promoción de ventas, debiendo ajustarse a la regulación específicamente establecida.

Asimismo, en los anuncios de las ventas deberá especificarse la duración, así como las reglas especiales aplicables a las mismas (referido a cambios, devoluciones, vales de compra… que las empresas quieran ofrecer a los clientes de motu propio).

En las etiquetas deberán figurar, con claridad, tanto el precio de temporada como el rebajado, salvo que se trate de artículos que se ponen a la venta por primera vez directamente rebajados. En caso de tratarse de una reducción de precio porcentual de un conjunto de artículos, bastará con un anuncio genérico.

Igualmente, en caso de ofertarse artículos a precios de temporada junto con artículos de rebaja, ambos deberán estar suficientemente separados de forma que no exista posibilidad alguna de error. La duración y periodo de rebajas se ajustarán a los intereses de los comerciantes, quedando especialmente prohibido ofertar como rebajados productos deteriorados.