Juan Vivas, aferrado al sillón con verdadero afán ególatra, incapaz de argumentar con cierta solvencia una justificación convincente a sus vaivenes y veleidades en cuanto a su continuidad como si jugara a La Parrala, ahora esgrime un argumento futbolístico para tomarnos el pelo y hacerse el gracioso: está dispuesto a ejecutar un penalti decisivo (con los antecedentes de España en el Mundial no es el mejor ejemplo a esgrimir), para demostrarnos y demostrarse, (no como Bebeto la figura del SuperDepor que se negó a hacerlo en un momento crucial ) Juan Vivas indican que él sí está dispuesto a ejecutar la pena máxima y dar un paso al frente en política, o sea, más de lo mismo: encabezar la candidatura electoral del PP para el 28 de mayo. No cabe mayor osadía de un político senil en estado longevo de permanencia obscena en el cargo, pese a ir cosechando pérdida de apoyos electorales.

Ante su símil futbolístico del penalti, también cabe otro igualmente definitivo: tarjeta roja y expulsión, de la vida política por unos malos resultados electorales que le pueden sobrevenir en mayo de 2023. No parece que, tras el papelón de España en el Mundial de Qatar, el fútbol sea el mejor símil o la metáfora al uso para engatusarnos con un intento original de mofarse del electorado en plan cómico.

Su trayectoria de 21 años en política ha agotado ideas, proyectos y, desde luego, ampararse en la situación crucial que vive Ceuta, en la que algo habrán tenido que ver sus políticas, no es la mejor excusa para convencernos de su pretensión que tiene mucho de interés económico. No se entiende de otra manera que este abuelo que podría vivir un retiro dorado con una jubilación política y laboral solvente, aún se empeñe en "sacrificarse" por los ceutíes bajo el cilicio de la política como servicio postrero a una herencia de 21 años que quiere prolongar a 25, como si fuera una jubilación demorada con premio. Debe ser que la erótica del poder le ha obnubilado la consciencia y no es capaz de asumir su decrépito final político, él que se ha esforzado en evitar que haya sustituto capaz de remplazarle, dejando sin banquillo al PP de Ceuta para convertirse en el Rey Sol: después de mí, el diluvio.

El contubernio Vivas-Gutiérrez ya es "vox populli" en esta Ceuta nuestra de reparto de poder, prebendas y chiringuitos a la carta en todas direcciones. Son capaces de "fabricar" cualquier movida con tal de perpetuarse en el poder, como ya ha dicho alguno de sus cercanos: "Lo mejor para nosotros es que las cosas sigan como están, PP= PSOE", y la marroquinización de Ceuta que campe a sus anchas como se ha demostrado, ya que hablamos de fútbol, con la eliminación de España por Marruecos en el Mundial, donde aquéllos que se benefician de nuestras ayudas y subvenciones públicas (algunos sin conocer el idioma como impone la Constitución), disfrutando de una calidad de vida que en su país de origen no podrían ni imaginar, en lugar de ser agradecidos, se mofaban de los españoles de sentimientos patrios, porque no era una celebración al uso, sencillamente, estaban haciéndose notar como promarroquíes que tienen el DNI, gracias al PSOE que inundó Ceuta de nacionalidades con Felipe González y ahora tratan de hacer lo mismo con la inmigración permanente. Los cambios legislativos a la carta para favorecer esta invasión desde países pobres que vienen a alterar nuestras calles y convivencia, es la mayor traición que cabe imaginar en una sociedad donde los principios occidentales, y los valores patrios, se vulneran a las primeras cambio y bajo la tutela de un Gobierno traidor como el de Pedro Sánchez.

En Ceuta, el multiculturalismo es una falacia. El voto de los musulmanes es lo que buscan los mismos que los denostan, como ya lo hizo en el Senado, Carolina Pérez (PP y no Vox, ojo), cuando los puso de vagos y amparados en las ayudas institucionales como medio de vida, siendo consejera de Asuntos Sociales. Le costó el puesto, pero las puertas giratorias de Juan Vivas hacen milagros y olvidan esas lacerantes palabras en la Cámara Alta que solo aprecian en Vox estos dolientes musulmanes con DNI español y sentimientos marroquíes, más allá del fútbol. Teledirijidos por quienes socaban nuestros principios y proyectan cortinas de humo interesadas. ¿Cómo mantiene aún Vivas a una Carolina Pérez que hizo un alarde de desprecio hacia los musulmanes "españoles"?

La quinta columna está más que instalada en Ceuta. No verlo supone necesitar lentes de aumento o encontrarse en la inopia política y social. Abramos los ojos y tomemos conciencia de la realidad que tenemos y no de la que nos quieren mostrar con extraños señuelos, engaños y malas artes de disimulo. No se olvide que hay campañas que manchan las almas y las conciencias.