El líder en Ceuta del partido que pacta con Juan Vivas, el mismo al que el PP de Feijóo atribuye la deslealtad institucional para lograr el quebranto constitucional en favor de independentistas y filoetarras, es quien, siguiendo los métodos de su jefe, maniobra en nuestra ciudad con sórdidas actuaciones en la sombra buscando posicionarse como el único candidato posible a presidir la ciudad. Quiere ser previsor y ya se ha embarcado en el "mercado persa" del compro, vendo, cambio. Y utiliza a sus emisarios para propuestas infames, apoyado de logística jurídica concreta, que despiertan su verdadera falta de principios y valores.

Si el desdén, la cobardía, indiferencia o falta de visión para percibir a este lobo con piel de cordero, manejado por los poderes fácticos de esta Ceuta corrupta, no es capaz de atajar sus contubernios, Ceuta sentirá en lo más profundo de su identidad, aspectos tan peligrosos como que Juan Vivas incorpore -tal y como lo ha hecho-, a personajes muy ligados al establishment marroquí en su Comisión Ejecutiva, como ya hizo en otras ocasiones precedentes con personajes "monitorizados" en el seguimiento de sus conductas dirigidas -desde y al- vecino país.

Juan Gutiérrez, empeñado en su particular "sí es sí" está ofertando acuerdos por debajo de la mesa y en la sombra del infame contubernio para alcanzar una posición de privilegio que le aúpe a la presidencia antes, incluso, de jugar el partido electoral del 28 de mayo. Así se las gasta la mafia política local que El Debate ha venido a poner sobre el tapete esta última semana y que dejará sin velo protector a quienes, como las viejas del visillo, se asoman solapadamente tras las cortinas de la indecencia para lograr sus objetivos espurios.

Con un Gobierno en el que la presunta prevaricación campa a sus anchas, este remedo de arlequín que es Juan Gutiérrez no tiene otro sentido crítico que pasearse por las barriadas a sus anchas, (como pidió a Juan Vivas) para disimular su blanqueada "oposición", con referencias y soflamas a los cuatro vientos como un trovador de vía estrecha clamando por los deterioros nimios, cuando ante sus narices tiene tres situaciones irregulares que no ha sido capaz de sacar a flote: tres direcciones generales con otros tantos ocupantes/as en "off side" (ahora que estamos con el  Mundial de Qatar entre manos: Una, la directora general de Turismo, Tamara Guerrero, otra la hija de Bolorino (con quien Juan Vivas reparte bendiciones nupciales y otras cosas que otorgan privilegios infumables) Carmen González Navarro como directora general de Medio Ambiente -en ambos casos, dos designaciones infligiendo la ley de no ser funcionarias de carrera (algo que en este caso UGT no ha llevado a los Tribunales como ya hizo con similares asuntos precedentes en viceconsejeros y designaciones fraudulentas de Vivas, ganadas en los Tribunales), aunque el "rey del cortijo" se ha vuelto a pasar por el arco del triunfo los pronunciamientos judiciales y se ha empeñado en el "sostenella y no enmendalla" (como hace con las recomendaciones del Tribunal de Cuentas en otros aspectos). A este dúo femenino hay que unir a Emilio Carreira que, aún siendo funcionario de carrera (en prisiones), no es grupo A1, como exige la ley para ocupar plaza de director general. Tres casos que pasan por alto sindicatos y Juan Gutiérrez, ese líder de la "oposición" de un PSOE "fake" que, según todos los pronunciamientos, pretende mantener la coalición PP= PSOE y jugando con el voto de sus afines utilizarlo como cheque en blanco para que quien más escaños obtenga de este bipartidismo infame, se siente en el sillón presidencial.

En esta situación tan escandalosa, Juan Gutiérrez, aspirante a ocupar el sillón en el que ahora reposan las posaderas de Vivas, mira para otro lado y se dedica a temas mucho menos comprometidos y más livianos como visitar las barriadas para hacer cuatro fotos y soltar algún chascarrillo. ¿Es este personaje al que queremos como presidente en la Presidencia de la Ciudad? El desvarío es tal que produce sonrojo y vergüenza ajena, que Vivas-Gutiérrez pretendan mantener su coalición en un pacto que busca sólo satisfacer sus pretensiones personales sin importarles Ceuta y mantener su estatus con el beneplácito de los poderes fácticos de este pueblo, interesados en el que el negocio se mantenga a buen recaudo y suframos más de lo mismo con estoicismo mientras ellos llenan sus bolsillos y el resto pasamos penalidades. A ver cómo responde la Génova de Feijóo, o más bien el grupo interno que ya se hace notar en contra de los desvaríos del que hasta es su territorio, Ceuta.

"Más pan y menos mantenles" decía aquél para significar que nos dejemos de zarandajas y afrontemos la cruda realidad con valentía. Para ello, no hay que ceder a los chantajes y contubernios, no hay que plegarse a intimidaciones y sacar el arrojo suficiente como para encarar una realidad que precisa de gente valerosa dispuesta a poner coto a tanta tropelía encubierta. Y es que la verdad sólo tiene un camino que empieza y acaba con ella misma.