Sentido patrimonialista de Ceuta, con un acrecentado sentido de la propiedad de Juan Vivas, como lo demuestran sus políticas y pactos con los socialistas, en las antípodas de lo que Feijóo y Ayuso propugna, por mucho que ambos aplaudan al longevo presidente como un mal necesario para su partido en la continuidad eterna.

De cinismo e hipocresía el PP va muy sobrado porque hablar de renovación cuando cuenta con gente longeva en política y, algunos de ellos, con vida laboral exigua (evidencia de que han vivido toda su vida del enchufismo del dinero público), es una evidencia del clientelismo político que se gasta.

Aludir a cuestiones como los valores y principios del PP en el Congreso celebrado este viernes supone todo un sarcasmo cuando se ha aliado para gobernar con el PSOE  (que deroga la sedición, pacta con Bildu, independentistas y los que quieren destruir España), obviando en Ceuta que las mismas siglas que la consejera de Economía y Hacienda ha dicho con tanto descaro que el apoyo a los Presupuestos "de la responsabilidad" son un ejemplo de lealtad del PSOE, es reírse con descaro de su electorado y de todos los ceutíes, porque ni el PSOE conoce la lealtad política con la Constitución, la Transición española, ni el patriotismo, ni el PP se muestra contundente para evitar la trágala socialista con tal de mantener en la poltrona a Juan Vivas a cualquier precio.

En política, prostituir los valores y los principios es una vejación insufrible tal que hay que pagar en las urnas tanta ignominia, donde la perversión del sistema y los comportamientos pintorescos cuando no ridículos, han de dejar paso a la sensatez y la coherencia, una "rara avis" en esta farándula de una política de teatrillo y mercadeo barriobajero.

Que Feijóo venga a Ceuta a bendecir las políticas de Vivas y a ensalzarlo como el líder indiscutible, tras ir perdiendo apoyos electorales en cada legislatura, es el mayor alarde de filibusterismo político que nos conduce al todo vale con tal de mantener el chiringuito a toda costa.

La cúpula de Vivas, Yolanda Bel y Guillermo Martínez, no representan ninguna renovación sino todo lo contrario. No sólo "más de lo mismo", sino el marchamo de una farsa que ha culminado con algunos de los que, en su día, abogaban por la renovación que promovía Javier Guerrero y ahora en un ejercicio de travestismo electoral, no solo le han dado su aval a Vivas sino el voto para que se encumbre con el cien por cien de los apoyos en el Congreso.

Dice el refrán español que "no hay peor ciego que el que no quiere ver", y este PP aliado con el PSOE, falto de credibilidad electoral, de principios y valores, se ha convertido en un aliado y suministrador de votos en blanco para que los socialistas desarrollen en Ceuta las infames políticas nacionales. Los electores del PP, sepan que otorgarán su voto para el PSOE si apoyan a Vivas que tiene como único objetivo perpetuarse en el poder, sin importarle Ceuta y vendido a un socialismo traidor a España y los españoles, vendido a independentistas y proetarras, al comunismo de Podemos, destruyendo las instituciones, vulnerando preceptos que no se deberían violar y llevándonos a una situación de deriva, tan perversa como apocalíptica. Y para ello, en Ceuta, el PP es colaborador necesario para que el 'limpiador' Juan Gutiérrez se alce presidente y represente todo lo que él representa con un pasado personal nada edificante.

El PP de Vivas en Ceuta es un remedo del PSOE. Desde hace años es él y tratando de transmitir la marca Juan Vivas. Una marca decrépita la que, por cierto, ha ido diluyéndose como un azucarillo por el camino a lo largo de las legislaturas perdiendo escaños él mismo, lo que ha llevado al PP a protagonizar las políticas socialistas en nuestra ciudad. Ni en tiempos de Rajoy, Casado o Feijóo sucedía nada parecido.

El uso de las siglas del PP es una obligación que Vivas emplea en determinados momentos para asegurarse estar en una organización, pero de cara a los suyos, demuestra necesitar como ahora, el bastón de un partido antagónico con el PP como es el PSOE, cuya política está destruyendo España, atentando a los pilares constitucionales, pactando con los enemigos de España (independentistas catalanes y vascos, así como filoetarras de Bildu, además de su componenda con el comunismo que representa la izquierda radical). Esto es lo que el PP de Ceuta comparte con el PSOE: políticas de destrucción de la España constitucional. Y luego viene a vendernos Feijóo que su partido no tiene socios, cuando pacta con los peores: el PSOE al que él critica en Madrid y hacia el que mira a otro lado al cruzar el Estrecho. No, señor Feijóo, en política no se puede sorber y soplar a la misma vez. Hace mal en vendernos un imposible, mucha incoherencia, y bastante fantasía. Bendecir un pacto PP= PSOE es vender una burra inasumible y mostrar un rostro de cemento.

El electorado de Ceuta no merece su fórmula a la gallega, en la que no sabes si subes o bajas la escalera, porque podemos caernos rodando rompiéndonos la crisma.