La actualidad política ceutí lleva unas semanas en las que destaca un nombre propio, el del exconsejero de Sanidad Javier Guerrero como consecuencia del lanzamiento de su nueva formación política, Ceuta Avanza. Guerrero ya anunció su vuelta a la política hace dos meses en una entrevista en la que aseguraba que no volvía a polemizar, sino a trabajar. Su tono era centrado y poco beligerante, pero en ningún caso daba a entender un cambio en la ideología, como mínimo de derecha liberal, que se le presupone a un antiguo militante del Partido Popular.

El proceso de creación de Ceuta Avanza parece poco pensado, sin una estrategia definida, con vacíos demasiados importantes y en el que sólo destaca el nombre de su candidato ante una marea de inseguridades e imprecisiones que, en la realidad política actual, no se puede permitir un partido que quiere aspirar a liderar un cambio real para los ceutíes. Ante una tímida presentación de lo que trascendió más bien poco, la nueva formación se vio obligada a difundir un sorprendente y, en mi opinión, muy desafortunado comunicado de prensa acompañado un video de su portavoz Rocío Almagro. La joven política, aseguraba que Ceuta Avanza es una fuerza de centro, alejada de extremos, zona común de distintas ideologías y demás eslóganes más cercanos a la izquierda progresista y sectaria que a una formación conservadora y moderada que se le presuponía al señor Guerrero, y lo que hasta el momento representaba.

Saliendo de los eslóganes, centrémonos en las propuestas, cosa que será difícil ya que hemos asistido al lanzamiento de un partido político que carece de una buena organización mediática y que tampoco ha presentado ningún programa o intervención en la que se destaquen sus propuestas por y para los ciudadanos. Es decir, parece que asistimos a la construcción de una casa por el tejado, y el grave problema se lo encontrarán cuando perciban que apenas tienen meses para crear y consolidar el programa que quieren para la ciudad. Este error les hará caer en la decadencia absoluta. La única propuesta clara es Javier Guerrero, una persona con experiencia de gestión sanitaria durante una pandemia. Una persona querida en Ceuta que fue pisoteada por el Partido Popular de Juan Vivas. Carecían de motivos, pero la actitud mafiosa del señor Vivas es ampliamente conocida, siendo el caso de Guerrero un claro ejemplo de ella. 

Los errores han sido la precipitación, la falta de algún nombre fuerte que acompañe al de Guerrero y el asesoramiento que recibe el candidato. Actualmente, a no ser que se dé un giro de 180 grados en la gestión y la estrategia de este proyecto, Ceuta Avanza está abocado a convertirse en una fuerza residual que, con suerte, consiga representación de un candidato durante cuatro años y poco más. El centro no vende en Ceuta, para ello están los datos que respaldan esta reflexión y que sus asesores no deben de haberse leído antes de posicionarse en esa postura tan fácil de pronunciar y tan difícil de vender y defender. La valentía, por ahora, en este proyecto, ha brillado por su ausencia cuando se esperaba que destacase planteando una alternativa fuerte, viable, coherente y ganadora.

¨Ceuta Avanza¨, por ahora, sin rumbo. No obstante, todavía están a tiempo de tratar de corregir estos errores tras un parto de riesgo apresurado. Javier Guerrero, hombre cabal, debe sentarse y meditar cuáles son los objetivos y ambiciones de su proyecto político, porque si quiere ser clave y condicionante en la próxima legislatura, o aspirar a gobernar a los ceutíes, este no es el camino.