Andalucía vive una jornada histórica de la mano de Juanma Moreno. Es imposible describir la estupefacción que viven sus propios apoderados a pie de urna. Expresiones como: no me lo puedo creer¨, ¨es absolutamente increíble¨, ¨hemos arrasado en la casa del PSOE¨ e incluso ¨ni en mis mejores sueños¨. Moreno se alza claro triunfador de la noche con un tono muy moderado. El PP ha optado por ser conciliador con los votantes socialistas y exento de polémicas hirientes que le pudieran alejar de un electorado clave para sumar la mayoría. El que les permitiese gobernar en solitario o, por lo menos, provocar su abstención. Vox paga una campaña mal organizada, sin estrategia, fuera de tono y alejada de la realidad andaluza, los resultados lo dejan muy lejos de las expectivas creadas.

La jornada comenzó con un gran optimismo durante la mañana. Recién entrada la tarde y con los datos de participación ofrecidos por el consejero Elías Bendodo se observaba un aumento de hasta cuatro puntos con respecto a los comicios del 2018. Esto era una gran señal para los populares, que durante la última semana azuzaron a sus simpatizantes y afiliados para que no faltasen a su cita con las urnas. El susto llegó a las 18:00 cuando estos mismos datos mostraban un descenso de dos puntos, algo que atemorizó a los populares debido a la tradicional movilización de la izquierda andaluza. No obstante, fuentes del Partido Popular mantuvieron en todo momento la tranquilidad afirmando que esta desmovilización podía proceder de la izquierda, y era correcto. Los socialistas andaluces han castigado a un partido que cada vez está más a la deriva, lejos de los andaluces y sus problemas reales.

La otra cara de la moneda es VOX. A pesar del silencio mantenido por parte del partido durante toda la jornada, era inevitable pensar con las estimaciones que se iban filtrando que Vox no iba a cumplir con las expectativas del ¨Macarenazo¨ que llevaban pintando desde la formación verde toda la campaña. Una buena candidata, excepcional, ahogada por una campaña pésima en la que no fueron capaces de acertar ni el tono ni las formas. Olona presentó un tono en momentos prepotente, alejado del tono al que nos tiene acostumbrados, lejos de la Olona natural vimos una candidata creada en una reunión de estrategas alejados de toda expectativa real y disfrazada de folclórica en lugar de ir de lo que es, una gran mujer con un carisma único. Los militantes de Vox deben recibir explicaciones y, sobretodo, decisiones que permitan que una nefasta gestión de campaña como la que hemos acontecido se vuelva a repetir.

En definitiva, del ¨Macarenazo¨ se ha pasado al ¨Morenazo¨ en una tarde mágica para los azules. Una tarde histórica que a la izquierda le costará olvidar porque refleja el desmoronamiento de un PSOE dirigido por Sánchez, que no ha aparecido prácticamente intuyendo la debacle. Hoy es un día histórico en la política española porque el caladero de votos socialistas se ha convertido en el caladero de votos de la derecha, impensable hace 4 años. Ahora tenemos que ver cuánto resistirá el PSOE nacional con un Sánchez sin rumbo al mando.