Cuando uno va a un mitin no se espera más que políticos y aspirantes a políticos aplaudiendo y buscando su oportunidad para ascender y prosperar política y personalmente, cueste lo que cueste, y el tiempo que haya que esperar, es el premio de lograr un puesto muy bien pagado del dinero público sin asumir ninguna responsabilidad. En ese precio, a muchos no les importa incluir la dignidad, la fe y la esperanza de los contribuyentes que les votan para mantenerse en sus poltronas sufragadas con dinero público mediante discursos complacientes y triunfalistas que no concuerdan con la realidad que prometieron hace aproximadamente cuatro años, pese a que ellos juren lo contrario. Las promesas en la política española carecen de valor y su incumplimiento no tiene consecuencias.

Un servidor acudió a uno de estos mítines a la calle Asunción, en la ciudad de Sevilla, únicamente a ver el ambiente y el discurso que se ofrecía por parte del partido político VOX. Cuando encuentra la calle a las 17:30h. de la tarde, bajo un sol de junio implacable, ve una calle llena de personas, jóvenes y mayores, siendo la convocatoria a las 20:30 h. La gran mayoría de los presentes eran simpatizantes, no obstante, también se encontraban allí simples curiosos que se acercaban al lugar empujados por la gran masa apelotonada en la calle. La Asunción, vía de la capital andaluza, se encontraba repleta de vitalidad e ilusión que se transmitía mediante las miradas y palabras de cada una de las personas con las que te vas cruzando entre la muchedumbre. Sobre el terreno comienzo a realizar  sencillas preguntas a algunos de los asistentes con los que me cruzaba, ¿cómo afrontaba la campaña y las elecciones que se van a dar en Andalucía el 19J? La respuesta de todos era clara, con ilusión y ganas, como algo determinante para el futuro no sólo de Andalucía, sino de España. Ante la pregunta, ¿ven a Macarena Olona como candidata con posibilidades a la presidencia de la Junta de Andalucía? Su respuesta era tajante, afirmaban que sí y aseguraban que su esperanza era la candidata verde.  Al contrario, los más pesimistas u oponentes a este partido únicamente afirmaban que VOX actualmente representa un proyecto tan fuerte que dan por seguro que será determinante. Esta reflexión de la calle es un claro paso adelante que da la opinión pública que no se atreve a dar la clase política, ni siquiera el ¨nuevo PP¨ y mucho menos los medios, en muchos casos a las órdenes de quien los subvencionan.

Hay que destacar la respuesta de los asistentes al acto sobre la pregunta, ¿qué opinan de las encuestas que se publican sobre los resultados de VOX el 19J? Los reunidos en la calle Asunción no confían en las encuestas que publican los medios de comunicación durante este tipo de campañas, la respuesta es unánime. Esto es la consecuencia de la falta de rigurosidad y la manipulación descontrolada de las encuestas a las que los medios en España le dan bombo y que provienen del CIS de Tezanos, prostituido al sanchismo, y de empresas privadas, prostituidas al mejor postor. Muchos de los preguntados se atrevían a asegurar que el único objetivo de éstas es desilusionar a un determinado grupo de votantes para así aupar a los tradicionales grupos que conformaban el bipartidismo en nuestro país.

Por todo lo mencionado anteriormente, me atrevo a asegurar que el electorado andaluz afronta unas elecciones con una extremada ilusión y ganas por cambiar su futuro, y para ello VOX, aparentemente, se presenta como una candidatura sólida y contundente para afrontar los retos que Andalucía presenta. Sin duda, el partido de Olona, cuenta con la ilusión de unos andaluces que se muestran predispuestos a dar su confianza al partido verde ante un PP que se presenta lleno de complejos y únicamente dispuesto a hablar de gestión, pero en ningún caso se ve con la ilusión, renovación y coherencia necesaria; y mucho menos con las ganas de afrontar un debate moral e ideológico tan necesario contra el constante ataque sectario y manipulador del PSOE más radical de la historia de la democracia española. Este es el “gap” en el que el partido de Moreno Bonilla ha decepcionado durante estos cuatro años, primero apoyando a un Casado sin escrúpulos y ahora a un Feijóo nacionalista con lapsus, que un día critica a Ayuso (para apoyar al Presidente que toque) y otro se saca la foto abrazándola. El PP Andaluz, que comienza a recordar al PP de Mañueco, está siendo víctima del cambio de rumbo ideológico hacia el ¨centro centrado¨ que su dirección general ha plasmado poniendo en jaque su votante más tradicional, como la Agenda 2030 o el apoyo sin fisuras a las leyes de género, difícilmente explicable con lo que España está viviendo bajo el yugo socialista.

Aparentemente, y por fortuna, el tiempo de los políticos sin necesidad de dar explicaciones y sin responsabilidad ante los errores y las mentiras ha pasado, pese a que la mayoría, todavía viven en su mundo paralelo y ni lo perciben, la calle les queda lejos. Hemos llegado a un momento en el que los ciudadanos piden resultados, compromiso y no se conformarán con un puñado de palabras que un grupo de asalariados del contribuyente suelten en un hemiciclo por mucho traje que luzcan. Ha llegado el momento de darle a los andaluces, y a los españoles de todas las comunidades, soluciones, esperanza e ilusión, porque pese a que de ilusiones no se vive, la fe mueve montañas, sobre todo cuando le acompañan estrategias asequibles, un equipo de personas solventes y una comunicación para todo el mundo. Este es un discurso que VOX y Macarena Olona están sabiendo impregnar a la perfección en Andalucía, para empresarios, para las Instituciones, para los cuerpos de seguridad de Estado, para agricultores, para trabajadores, para inmigrantes legales, para jóvenes y para familias, un discurso que entiende todo el mundo, la ilusión.