
El flagelo ideológico como argumento político
"El socialismo subvenciona la pobreza: no acaba con ella; tampoco gestiona servicios públicos: gestiona sentimientos y hace a la gente manipulable". Unas palabras que ha pronunciado este fin de semana Isabel Díaz Ayuso en su discurso como presidenta del PP de Madrid. Unas palabras que tienen su aplicación en Ceuta donde el PP gobierna con el PSOE y alcanzan su verdadero sentido práctico.
En teoría gobierna el PP pero quien manipula y ejerce su influencia es el PSOE, ese partido de Gobierno de la nación al que Feijóo dice que ejerce una política oscurantista de Estado: la ayuda económica a los taxistas ha sido el último ejemplo práctico. Una petición del socialismo local al que Juan Vivas con tal de conservar el sillón obedece como tantas otras veces, con la disciplina de un genuflexo político decadente y egocéntrico sometido de manera servil e indigna. No ocurrió igual, por desgracia para ellos, con los empleados del servicio público de autobuses urbanos que reclamaban estabilidad laboral con una municipalización rechazada por estos mismos partidos y otros, (aunque Gutiérrez bien se encargó en privado de prometerles que "cuando yo sea presidente de la Ciudad os municipalizo"), como tampoco con los trabajadores de TRACE, donde Juan Gutiérrez y su Comité de Empresa han colocado a todos sus familiares y allegados como ejemplo democrático y constitucional de cómo aplica la política el secretario general del PSOE ceutí.
Vamos a detallar los vínculos y pormenores de algunas colocaciones en TRACE (empresa privada con el mayor contrato público del Ayuntamiento): Juan Gutiérrez camufló a un familiar directo entre el grupo que el pasado fin de año accedieron a una plaza fija. Ya antes, Mohamed Ali ejerciendo de portavoz de Caballas, hizo lo propio con alguien también cercano de su familia, el mismo procedimiento del secretario del Comité de Empresa de TRACE que siguió idéntica conducta "influyente" con otro familiar directo, a una serie de trabajadores se les afiliaba simultáneamente a UGT y PSOE, lo que facilitaba sus posibilidades laborales (ya hubo un simil a estas situaciones cuando se produjo en las pasadas elecciones un comportamiento violento contra algún socialista de quienes tuvieron promesa de ser incluidos en el Plan de Empleo y quedaron fuera, como norma de conducta en este juego diabólico con las necesidades de los ciudadanos como perversión del sistema laboral). Hubo otro encargado de TRACE que tuvo fuerte enfrentamiento con Juan Gutiérrez y colocó a otro familiar directo, así como otro caso más de un empleado desempeñando trabajo de superior categoría a quien se le colocó a otro familiar directo para que no llevara a juicio a la empresa y a él se le nombró capataz. Este es el comportamiento que tutela el secretario general del PSOE, que para mantener estos manejos, no le interesa que se municipalice el servicio porque habría de someterse a los controles de las normativas públicas donde no caben tantos cambalaches ni nepotismo 'ilustrado'.
En este flagelo político, la cortina de humo es la Voxfobia, sacar a pasear en medios y discursos a Vox como el mismísimo diablo mientras ellos hacen sus "enjuagues", es decir, provocar confrontación para que pasen con disimulo estas situaciones de corruptelas. Como la que preparan en Trace con el nuevo contrato de febrero Juan Gutiérrez y sus compinches del Comité de Empresa: colocar a 150 empleados más, lo que elevará indefectiblemente, el volúmen económico que demandará la empresa a través de los buenos oficios del secretario general del PSOE y presidente del Comité de Empresa de TRACE para continuar con estas "actividades" en las que cuenta con Juan Vivas como "colaborador necesario", término que se acuñó con Rafi Escobedo cuando asesinó a los Marqueses de Urquijo.
En esta ceremonia de la confusión, hay otra persona que participa activamente en las cortinas de humo que se proyectan contra Vox: Fátima Hamed. Integrante en Valencia de esa denominada "nueva política" con esa nueva líder Yolanda Díaz que ha bautizado "proceso de escuchas" bajo el lema de "un mundo de ideas para un país diferente ( y yo diría de ideas plagiadas por el slogan "Sumar", ya utilizado por otras formaciones antes que ella), con un equipo donde a ninguna le falta de nada: Yolanda Díaz alejada de Podemos cada vez más y considerada traidora por Pablo Iglesias, artífice de sacar adelante una Reforma Laboral por chiripa debido al ¿error? de un diputado del PP (qué casualidad, siempre el PP metido por medio con el PSOE de actor principal); Ada Colau exOKUPA, imputada por prevaricación y coacciones; Mónica García, la comunista con ático en la zona del Retiro de Madrid, la MeMa (médica madre) que cobró de la Comunidad de Madrid un sueldo de política en la oposición estando de baja; Mónica Oltra, la encubridora de abusos a menores tuteladas (por su marido) y Fátima Hamed, islamista, que estuvo presente en un acto con proclamas antisemita, quien vistió para la ocasión valenciana chilaba, indumentaria que no usa de manera habitual en Ceuta, pero que allí requería de exposición pública para "vender" la imagen progresista desde sus convicciones religiosas. Y al frente de todo este equipo feminista, Yolanda Díaz, la ministra comunista de Chanel, antes sindicalista de Comisiones Obreras, para sumar lo peor de la política española en un grupo que chirría demasiado.
En Andalucía, el surrealista empeño de Juanma Moreno en dialogar con la corrupción, (el imputado Espadas) con Podemos fuera de Andalucía e intentando invalidar la candidatura de Macarena Olona a quien temer aterrados PP e izquierdas, buscando repartirse el pastel y nos hace pensar en algo genuino: ¿Qué necesita ocultar el PP para buscar con las cloacas y los destructores de España? Aquella frase lapidaria de Moreno Bonilla "se abre una etapa para diálogo con el PSOE" es para enmarcar en la corrupción política. Las artimañas para invalidar el empadronamiento de Olona ha sido contestado hasta por el Sindicato Independiente de la Policia Local de Salobreña por los métodos utilizados: supuesta investigación express, intento de anulación de un empadronamiento una vez ya cerrada la posibilidad de empadronarse de cara a lasa elecciones y un procedimiento iniciado cuando, en caso de recursos, sobrepasa en su resolución el período electoral, además que jurídicamente tiene poco recorrido. El caso es provocar ruido como sucede en Ceuta con Vox donde ninguna denuncia ha prosperado: la última Sentencia de la Audiencia Provincial declarando nula la retirada de los teléfonos móviles de Redondo y Ruiz. Algo que Fátima Hamed consideró una victoria política y ahora hace mutis por el foro.
Ahora, la novedad es la Asociación Unificada de la Guardia Civil que lleva al Juzgado la consideración de Vox sobre su comportamiento de reunirse con partidos políticos como una forma de politizar un sindicato que ha de defender a los compañeros y donde figura el líder del PSOE en todos sus actos en primera fila como en la sede de quienes su jefe de filas llamó "piolines". Una marabunta política cargada de sarcasmo que veremos a ver dónde acaba. El flagelo que no cesa. Punto y seguido.
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