Las fronteras de Ceuta y Melilla permanecen aún cerradas hasta el 15 de mayo según el BOE, pero lo seguirá estando hasta el 31 de mayo según un decreto ministerial marroquí que vuelve a excusar el Covid para mantener los pasos fronterizos terrestres  clausurados.

El hecho tras esta prolongación es el desacuerdo entre Madrid y Rabat respecto de cómo han de establecerse los criterios de paso. Una cuestión que parece superada es el tránsito de transfronterizos (legalmente documentados en España) y el de ciudadanos españoles y de la UE, aunque se mantiene el veto a los no europeos en este momento de las negociaciones.

¿Aduana Comercial?

Sin embargo, las declaraciones de Pedro Sánchez y del Gobierno, tras el encuentro formal con Mohamed VI una vez que España (Sánchez) había cambiado de golpe la posición respecto del Sáhara, sobre que el tránsito fronterizo se normalizará, incluso con el de mercancías, guardaba tras estas afirmaciones una consideración que no negó el Gobierno, ni la Delegación del Gobierno, ni siquiera el Gobierno autónomo de Juan Vivas que siempre ha mantenido -eso ha afirmado- estrechas relaciones con Moncloa y con los Ministerios del Interior y de Exteriores. Todos dejaron claramente entrever que la normalización de mercancías tenía tras esas declaraciones el hecho de que Ceuta y Melilla y Marruecos establecerían Aduana Comercial.

Este aspecto, el de Aduana Comercial fue inmediatamente comprado por el gobierno autónomo ceutí que, muy rápido, puso su maquinaria comunicativa a funcionar para respaldar tal novedad, ensalzar a Juan Vivas (PP) por su apoyo a Pedro Sánchez y el logro que ello derivaba para Ceuta y a los sectores portuarios, comercial y de transportes. Lógicamente todos los representantes sectoriales fueron preguntados por los medios de comunicación, en su papel protector, para ofrecer las albricias oportunas de los miembros de los distintos sectores hacia la incorporación de una aduana comercial con Marruecos.

Pues este es, precisamente, el principal escollo en las negocicaciones hispano marroquíes. Rabat no estima este hecho en ningún momento. Lo más que estaría dispuesto a permitir es el llamado régimen de viajero y absolutamente controlado.

De fondo, además de este desencuentro, se trasluce el que a Ceuta y a Melilla sólo entrarían transfronterizos para trabajar, pero poco más de sus nacionales. Esa es la posición en este momento. Aún se debaten los asuntos.

OPE 2022

No obstante, este viernes 5 de mayo en Rabat, se prevé una reunión preparatoria para la Operación Paso del Estrecho entre España y Marruecos. De cómo se lleve a término la coordinación fronteriza y portuaria, se determinará el papel que jugarán las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla. De momento, inicialmente, Madrid contó en la primera reunión en el ámbito de Protección Civil nacional con los puertos de Ceuta y Melilla. Pero su verdadera función y uso está aún por ver, y si su inclusión es solo para desatascar a los puertos de Tánger o a Nador. 

Un termómetro clave para conocer si el paso de España para reconocer la marroquinidad del Sáhara ha podido garantizarse que Marruecos, aunque sea a puerta cerrada, haya reconocido la españolidad de las dos ciudades autónomas. De momento, en sus discursos oficiales, el término 'Territorios ocupados' permanece.