El viento racheado de poniente que atisba lluvia al otro lado del Estrecho, aleja de momento la posibilidad prevista por la meteorología de 'aguar' la jornada festiva marcada por la tradición ancestral ceutí del Día de Todos los Santos, que la evolución de los tiempos ha llevado a convertir a esta fecha en una jornada eminentemente campestre, evocando aquella época en que la visita a la lejana Santa Catalina del centro de la entonces ciudad provocaba una salida con talega para comer y nutrirse por el camino.

En este año 2021, tras controlar la Pandemia, los ceutíes que han quedado y elegido permanecer este puente en la tierra, han elegido entre el campo, los paseos, el senderimo en pareja o en familia y amigos, y la tradicional visita a los difuntos en el cementerio de Santa Catalina con flores escasas, eso sí, por la tardanza en la llegada de éstas a Ceuta. Un problema que ha suscitado una pérdida irreparable a las empresas floristeras ceutíes.

Los controles de las Brigadas Forestales, Policías, Guardia Civil y Bomberos tratan de evitar cualquier percance y se sitúan en puestos estratégicos en Monte Hacho y García Aldave.

Más allá de las fotos y vídeos que las autoridades han querido protagonizar en esta jornada para ponerse en valor, lo importante hoy, como casi siempre, son los ciudadanos. Y éstos han sabido conjugar ocio y tradición como siempre.