
Prostitución
El pasado domingo 17 se clausuró el cuadragésimo Congreso del PSOE, que se celebró en Valencia. Hermosa ciudad donde parecen gustar de clausurar eventos los Partidos políticos españoles.
Para finalizar, fuegos artificiales: una medida estrella es la “abolición” de la prostitución, medida presentada especialmente por el Partido Socialista del País Valenciano y anunciada a bombo y platillo por Ximo Puig.
Que digo yo que eso del País Valenciano es como la República Catalana (o sea que “no existe, imbécil”). Por lo que yo sé, el Sr. Puig es President de la Generalitat Valènciana, institución de autogobierno contemplada en el Estatut d’Autonomia de la Comunitat Valenciana de 1982 y sus dos posteriores modificaciones.
Pero no nos vayamos por los cerros de Úbeda. Hemos venido a hablar de lo que parece ser un gran logro social: la abolición, por Ley, de la prostitución.
Vaya por delante que nunca en mi vida he pagado por sexo y que a mis tropecientos años no sé cómo es un burdel por dentro. Y ello, porque me parece muy triste que alguna mujer no tenga otra salida para ganarse la vida que prostituirse. Y no creo que los casos “Pretty Woman” sean muy abundantes. Así que concluyo que todo este mundillo tiene mucho más de sordidez que de glamour.
Pero me llama la atención que pretenda abolirse por Ley algo que el saber popular califica de “la profesión más antigua del mundo” (que haya registro escrito, podemos encontrarlo en las tabillas sumerias de hace más de cuatro mil años). Se anuncian multas a proxenetas y consumidores y ayudas a las víctimas.
En mi opinión esta ley debía haber existido bastante antes, y así nos habríamos ahorrado dinero público. Ese que pagaba drogas y prostitución mediante tarjetas que cargaban contra los Presupuestos de la Junta de Andalucía, por poner un ejemplo –ya que se ha dado también en otros lugares-. Cosa, por cierto, que se sabía, y que nadie denunciaba.
Pero creo que no se tiene en cuenta, para el caso de las mujeres inmigrantes, que, en lo que a Ceuta se refiere, todas las subsaharianas son víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Estas mujeres, en su mayoría, están en esa banda de edad que pueden ser tanto adultas como menores. Muchas de ellas saben que sus teléfonos están incluidos en páginas de prostitución, quieran ellas o no quieran, puesto que esto es lo que asumen en el momento que se entregan a una organización criminal para que les facilite la entrada ilegal en España. Algo parecido ocurre con otras nacionalidades o procedencias, específicamente Europa Oriental, pero también con mujeres iberoamericanas.
En el caso de las subsaharianas, normalmente –al contrario que los varones- no pagan cantidad alguna frente a los diez mil euros que llegan a pagar ellos. Y el motivo es que, según relatan ellas, son empleadas como “moneda de cambio” para manipular a las fuerzas de seguridad de las fronteras y de las ciudades en las que operan las Organizaciones Criminales. Si la práctica de la prostitución es en sí algo sórdido, esta práctica mafiosa es sencillamente repugnante.
Si esto se produce es porque se va a obtener un claro beneficio. Y ahí es donde entran los que demandan este tipo de servicios. Si no existiera la demanda, la oferta ciertamente disminuiría. Y hay determinados grupos sociales que demandan incluso menores de edad. No me quiero meter en este aspecto, porque –que quede claro- estos demandantes pagan mucho dinero tanto para obtener los servicios correspondientes, como para silenciar a los que denuncian, y existen pocas pruebas que puedan ser puestas delante de un juez. Si las “niñas de Alcácer” pudieran hablar, seguramente relatarían algo a este respecto.
Me parece que poder sancionar a los demandantes de sexo es algo positivo. Pero me parece que hacer una Ley en este sentido erra el tiro de muy largo. Sería mucho mejor impedir que se trafique con personas. De esta manera, podríamos ahorrar muchísimo sufrimiento a estas jóvenes. Recuerdo el caso de una joven norteafricana que fue tal el abuso al que fue sometida que era incapaz de relacionarse con otras personas. Llegamos a pensar que tenía algún tipo de autismo, pero lo que tenía era estrés postraumático.
Así que menos Leyes contra la prostitución y más políticas activas contra la trata. Eso es preocuparse por las mujeres. Y no asomarse al Estrecho a ver si podemos rescatar a alguien. Y si además prometemos “papeles” a las víctimas, nos estamos convirtiendo indirectamente en cómplices de las organizaciones criminales. Estas no les dicen la verdad a las mujeres. Y cuando se la dicen, la disimulan con un horizonte temporal que nunca se cumple. Así que si ellas entienden como un mal menor pasajero la explotación sexual a la que van a ser sometidas, las prácticas mafiosas la convierten en pura esclavitud.
Amigos dirigentes, menos gestos cara a la galería para sentirse bien consigo mismos, y más planteamientos serios y a largo plazo. Y, ya de paso, menos mirar hacia otro lado en casos como la explotación sexual de menores en Baleares.
La opinión de Ceuta Ahora se refleja únicamente en sus editoriales. La libertad de expresión, la libertad en general, es una máxima de filosofía de este medio que puede compartir o no las opiniones de sus articulistas
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.30