Que la dimisión presentada por Rafael Rodríguez, que se hace efectiva el 31 de este mes (no vaya a escapársele facturar este mes), ha propiciado una situación de cierta inestabilidad en la institución, es algo evidente.

El momento político, a sólo tres meses y medio de los comicios locales, resulta clave en el devenir inmediato del Puerto de Ceuta en cuanto a su estructura jerárquica. Es la Ciudad Autónoma de Ceuta (Gobierno del PP) el que debe proponer un nombre y éste es inmediatamente asumido por el Ministerio de Fomento (Gobierno del PSOE). Pero los tiempos son los que son y conviene analizarlos.

El presidente de la Ciudad que, para sustituir al también dimitido José Torrado, se tomó un tiempo de meditación y de testar varias candidaturas visadas por él personalmente y en las que se topó con la de Rodríguez Valero que se autopropuso al conocer la vacante (aún ejerciendo de Director General de la Marina Mercante), ahora tiene la difícil papeleta de enfrentar esta situación, a poco más de 90 días del inicio de la campaña electoral, y ante un Gobierno que no es del mismo color político.

Vivas tiene dos opciones claras: Nombrar en breve un presidente (él o ella) de transición, o esperar a después de las elecciones para afrontar ese nombramiento desde una perspectiva distinta a la de ahora si alcanza de nuevo la responsabilidad de presidir la Ciudad.

Si se decanta por la primera de las opciones: Nombrar un presidente de transición, se topará con el Ministro Ábalos que le estará esperando para escudriñar la figura del que proponga. De si es del gusto o no del PSOE se agilizará o se ralentizará el proceso (recuérdese que las elecciones están a la vuelta de la esquina).

Si se decanta por la segunda de las opciones: Esperar al resultado de las elecciones de mayo, se producirá un 'intering' desde el 1 de febrero hasta el momento en que pueda ser nombrado un presidente.

¿Y Mientras tanto que?. El Consejo de Administración del Puerto no queda descabezado. Previsto está en su funcionamiento que ante la falta de la figura del presidente de la Autoridad Portuaria, el vicepresidente (el Capitán Marítimo) asumirá en funciones el puesto.

Así las cosas, de ser el vicepresidente el que asuma estas funciones, siendo el Capitán Marítimo miembro de la estructura jerárquica de la Dirección General de la Marina Mercante del Ministerio de Fomento, puede decirse que es éste, el Ministerio de Ábalos, el que controlará el puerto de Ceuta a través de Jesús Fernández Lera. Y la Delegación del Gobierno que mantiene una soterrada pero legítima pugna partidista con la Ciudad Autónoma apostaría por esta vía.