La campaña electoral a la Comunidad de Madrid ha destapado lo que ahora se ha puesto de moda en el argot político, "los mantras" de la izquierda contra las fuerzas política adversarias con la que, en ocasiones, actúan con extrema violencia en su máxima extensión del término y de los hechos. Así, cuando Isabel Díaz Ayuso, perfectamente asesorada por Miguel Ángel Rodríguez, inició la precampaña con "Socialismo o libertad", comenzó a mover el piso del gobierno socialcomunista.

Y siguió con el "Comunismo o libertad", elevando el tono al conocerse que Pablo Iglesias irrumpía en la campaña electoral, llevó a la izquierda a desacreditarla con la situación sanitaria en Madrid, como si fuera la única responsable de esas residencias de mayores que Iglesias no atendió o de la pandemia que llegó a España negada hasta la saciedad por Pedro Sánchez y Fernando Simón y después por los aeropuertos sin controles de entrada.

Se imponía retorcer la realidad pero el órdago de la apertura a la hostelería fue un rejón de muerte para el Gobierno de Sánchez, ante un clamor popular de repulsa a sus horarios de limitación que privaban de supervivir a la economía de esos maltrechos trabajadores que nada tienen que ver con la denominada "izquierda caviar", o sea, millonetis.

Por si faltaba algo, Vox, simbolizado para la izquierda como el mismísimo demonio político, recibe una violenta agresióin de piedras y adoquines en Vallecas, el barrio donde Iglesias tiene una de sus tres casas (sin Okupas) y del que se olvidó. Episodio al que el llamado "coletas" le dió la vuelta y retorciendo la realidad califica de provocación a Voz y en particular a Santiago Abascal con 78 amenazas de muerte de ETA a sus espaldas, quien demostró coraje e instó a las Fuerzas de Seguridad (pie en tierra fuera del atril), que retirara a los saboteadores del mítin.

Como no resultaron estos conflictos, especialidad de la izquierda para tachar de provocadores a Vox y de "fachas" (un partido fundado por el secuestrado de ETA que más tiempo estuvo en un zulo, Ortega Lara, 532 días), cuyo mensaje no es de confrontación como el de Iglesias, sino de desarrollar sus ideas anti-Okupas, contra la inmigración ilegal sin regulación, la gestión de los MENAS y sus actos delictivos como atentado a la seguridad en nuestras calles, contra el golpe de Estado en Cataluña donde Iglesias asume que sus líderes son "presos políticos", a favor de la unidad de España y la defensa patriótica, contra los proetarras de Bildu y sus indignos pactos socialcomunistas...

El cartel equiparando una pensionista con el coste de un MENA desató la furibunda repulsa de una izquierda acostumbrada a imponer su ideología, a dogmatizar, a silenciar al contrario, a manipular y hasta a inventar situaciones como la actualmente judicializada de este "experto" Iglesias, como el "Caso Dina" donde el juez acusó al "sufrido" defensor de la democracia de inventarse una conspiración también en campaña electoral. Un "mantra" muy similar a estas balas que dice haber recibido, sin control ni de Correos, ni de los seis que hay en el Ministerio del Interior y encima, la "kale borroka" que defiende Iglesias maneja listados de matrículas de coches de policía secreta. Unos delincuentes que saquearon los comercios de Cataluña por el encarcelamiento del rapero delincuente.

El asunto "balas por carta" con todas las irregularidades que detecta la policía (la fotografia puede haber roto la cadena de custodia), la difusión en redes del asunto dificultando la labor de investigación, lo que lleva a pensar que esta supuesta amenaza ha podido llevar a una estrategia política. Mientras Iglesias y Gabilondo, "vendiendo" mucho victimismo electoral para desacreditar a Vox como fuerza política con la que no puede pacta Ayuso y así se quedan ellos solos. ¡Qué sátrapas!

Un Iglesias que se queja de que lo llamen "rata" pero él pidió en un Consejo de Ministros "normalizar el insulto". Un Iglesias que no condenó las pedradas en un mitin a Vox y ahora exige que esta formación condene su supuesta amenaza postal, levantándose de un debate que ni quería ni estaba dispuesto a someterse a las críticas de Vox sino "dar la nota".

Este movimiento estratégico, tratando de rememorar el golpe de efecto del 11-M que supuso un vuelco electoral decisivo para que Zapatero ganara las elecciones, es la penúltima artimañana de quien o quienes se ven perdidos, como un Gabilondo que dice primero "Pablo, contigo, no" y después, "Pablo nos quedan 12 dias para ganar las elecciones" y le pide su apoyo. Y en este conglomerado de desatinos, la candidata de Mas Madrid, anestesista y liberada sindical, incluye un doctorado que no tiene en su curriculum y luego lo hace desaparecer, la misma que lucha por los obreros y vive en un piso de 300 metros en una zona de alto nivel en Madrid, emulando a Pablo Iglesias y su casoplón.

El problema de la izquierda es su falta de credibilidad. Un itinerario que ya les marcó Pedro Sánchez, que no iba a pactar ni con independentistas ni con Bildu, situando a Iglesias como objeto de insomnio si pactaba con él. Pues ahora se ve que duerme tranquilo, su amnesia política le hace olvidar cuanto prometió en campaña electoral : Por una poltrona y el poder, demuestra que vale todo y no se precisan los principios ni valores éticos para engañar a la gente.

Aquí, en Ceuta, pasa otro tanto de lo mismo. Ahí tenemos a un Manuel Hernández que no le duelen prendas en mayo de 2019 de plantear algo irrisorio y asombroso: "Existe la posibilidad de que las familias de Ceuta puedan  recoger en su seno familiar a un MENA". ¿Cabe mayor desfachatez de reírse de la gente de esta manera? ¿Acaso ha dado él ejemplo y ha acogido a alguno en su casa? Es la "teocracia progre" a la que nos quieren hacer sucumbir diciéndonos lo que tenemos que hablar y en qué sentido. Como el lenguaje "inclusivo" con patadas al diccionario incluidas de Irene Montero" la mujer de" que nunca dió ni un palo al agua como Adriana Lastra que no habla de donde trabajó porque "afecta a su vida privada". Una pantomina más de desvarío.

Con la manipulación por bandera y la mentira como elemento de confusión social, insistió Manuel Hernández en la necesidad de tutela de menores de edad, pero ni dice que entran ilegalmente en España, que delinquen, que alteran la seguridad en nuestras calles y que donde mejor están es con sus familias. Inventaron el "delito de odio" y no les interesa crear el delito de tomadura de pelo al ciudadano. Todos irían al " talego" empezando por Pedro Sánchez. Algo muy castigado en Estados Unidos.

Un viejo político decía "ni tutelas ni tu tía" y, en este caso, como en tantos otros, las colas del hambre, por ejemplo no deberian existir si hubiera un partido que fuera realmente socialista, obrero y español, porque hay mecanismos gubernamentales para impedir ese espectáculo venezolano que a todos nos averguenza, ni habría que solicitar solidaridad para aportaciones personales para vacunas a terceros en campañas de televisión. Hay mecanismos internacionales para paliar esas situaciones. En definitiva, menos golpes de pecho, menos manipulación y demagogia, y más sensatez, más rigor, dígase la verdad y no se confunda al personal con burdas estrategias.

El modelo Podemos y PSOE a nivel nacional lo han "importado" Caballas, MDyC y PSOE sin olvidar al PP: todos contra Vox. Todos ellos faltos de coherencia y ajenos a una realidad: no olvidan que la opinión pública (que no la opinión publicada), tiene el poder de enviar gente a los infiernos. Los demócratas, los grandes defensores de las libertades con restricciones y control en una ceremonia de incoherencia permanente. Vox pidió en Junta de portavoces esta semana que se prolongara hasta las doce de la noche el toque de queda para favorecer la hosteleria y se le dice que "no" pero este miércoles lo pide el PSOE y se acepta. En el Pleno extraordinario del pasado miércoles Fatima Hamed a resultas de las bonificaciones de las  tasas presume de ser coherente en su discurso, y se olvida que ella defensores siempre del amplísimo número de personal de confianza de Vivas, votó en contra de la propuesta de reducción planteada por Vox. Además, lo estrambótico es escuchar a un investigado por corrupción como Mohamed Alí decir que no apoyará ningua propuesta de Vox, a una "Okupa" de vivienda pública como Cristina Pérez, repartiendo los tiempos en las intervenciones del Estado de la Ciudad como su mal saber y peor entender considera, obviando la función institucional que no de partido, que ejercía en esos momentos. Sin embargo, su Voxfobia le arrebata el sentido y se muestra muy "democrática" cayendo en el ridículo.

Ya saben: consejos doy que para mi no quiero. A todos ellos, hay que ponerle en sintonías la canción  que "Olé, ole", popularizó con Vicky Larraz primero y Marta Sánchez, después: "No controles". Sí, "no controles mi forma de pensar", "no controles mis sentidos"...y habría que añadir, tampoco controles mi ideología ni mi libre elección a la hora de votar. O tal vez, decirles también a esta izquierda cavernícola que ni esto es Bolivia ni Venezuela, ni Cuba y que se vayan con la música a otra parte. Se han "importado" a Ceuta los mantras progres nacionales con idéntica falta de escrúpulos y total ausencia de moralidad.

El ejemplo de los sobres con balas, el cuchillo enviado por el esquizofrénico, los votos en Correos de escandaloso olor a "pucherazo" son todos un ejemplo de la parodia nacional del sarcasmo y el alucinante mundo de Yupi. La ensoñación de tanto desvarío nos lleva a la esquizofrenia colectiva hasta el punto que se ha puesto el patio que aquél que no reciba un sobre amenazante no es nadie en este país que algunos quieren convertir en una república bananera. Por favor, salvemos a Ceuta de estos chascarrillos y espectáculos circenses del "más difícil todavía".