Martes, 30 de Septiembre de 2025

Actualizada Lunes, 29 de Septiembre de 2025 a las 20:47:07 horas

Paula M. García
Viernes, 23 de Abril de 2021

Estado de la Ciudad opaco

La puesta en escena de ese alarde de filibusterismo político que ha sido el Estado de la Ciudad, convocado y celebrado, según el buen saber y entender de Juan Vivas, sin periodicidad concreta y donde más parece el gran teatro del mundo, trasladado de escenario, del Auditorio del Revellín al Palacio de la Asamblea, no ha merecido un análisis exhaustivo de los medios "comprados" por el prócer ceutí a razón de dos millones de euros anuales en el reparto, "para que nadie se quede atrás", retahíla del PSOE al uso y abuso de la justificación más torticera y bochornosa.
 
 
Juan Vivas, aferrándose a la situación de pandemia y emulando a Pedro Sáncez, recurre a ésta para tapar boquetes y reclama una hipócrita unión y consenso de partidos, cuando ni la pretende ni la busca con sus reiterados ataques a Vox, como obsesión enfermiza de todos los partidos, los mismos que se prodigan en reclamar defensa de la convivencia y "altura de miras" (frase que Manuel Hernández, repite hasta la saciedad, porque le habrán dicho en Madrid que queda muy bien).
 
 
En esta ceremonía de la confusión, el COVID-19 sirve para tapar las carencias y mala gestión política local ("la pandemia es la que nos debe de preocupar y todos los esfuerzos han de ir dirigidos a ella", afirma Vivas), donde el ejercicio de cinismo político es superlativo. Se rechazan en Pleno dos propuestas: Los cargos  de confianza "a dedo", y potenciar económicamente al sector de la hostelería. Todos critican las propuestas de Vox pese a ser razonables y acordes con la actual situación: potenciar más aún las ayudas a la hostelería y "cribar" (término muy sanitario en la actualidad), esa corte de cargos públicos de confianza que suponen un gasto anual de dos millones de euros a las arcas públicas.
 
 
Y ante estos planteamientos, Fatima Hamed, que demuestra su incoherencia política, pese a defender en otras ocasiones el apoyo a los empresarios y la reducción de cargos "a dedo", que ella había propuesto, se opone en esta ocasión porque vienen de Vox. Mohamed Alí, político investigado por corrupción (que si tuviera el menor atisbo de honor, debería dejar el escaño por lo que le imputa la Fiscalía), se permite dar lecciones sin autoridad moral para hacerlo y manifiesta que no apoyará ninguna propuesta de Vox en lo que resta de legislatura (en un ejercicio de defender los intereses generales que poco le importan más allá de sus fobias personales). Este es el que habla de que existe Islamofobia (él no tiene Voxfobia), él que defiende la convivencia, él que se declara demócrata (y desprecia el resultado electoral de las urnas y los apoyos de ceutíes a Vox), él sí demuestra con su comportamiento que, efectivamente, hay dos Ceutas en la misma ciudad y en su mente obsesiva.
 
 
Y el PSOE que dice no querer "dejar nadie atrás", le dice a sus compañeros de Gobierno del PP que esta formación política "blanquea" a Vox y Carlos Rontomé, portavoz "pepero" le replica que si ellos blanquean" a Vox, el PSOE "blanquea" a Bildu. Un símil que es más verdad en el segundo caso que en el primero, porque Pedro Sánchez, carente de credibilidad, ni iba a pactar con independentistas, ni con Bildu y menos con Pablo Iglesias que le producía insomnio. Claro que una cosa es la campaña electoral y otra bien distinta ir a por el sillón y tratar de gobernar a cualquier precio.
 
 
Además Rontomé, ejerciendo de experto demoscópico, equipara a Vox con MDyC porque en su opinión la sociedad local esta polarizada. Se confunde porque en esos extremos que él sitúa, MDyC defiende a Palestina en sus arengas callejeras muy exhaltada, por cierto, en esos vídeos que circulan en redes, y Vox defiende la unidad de España. La franja de Gaza con sus conflictos queda muy lejos para "importarla" y más el enfrentamiento entre judíos y palestinos, cuando el MDyC alude tanto a la convivencia sin reparar lo que supone a la Comunidad judía de Ceuta que le recuerden esos episodios bélicos.
 
 
¿Saben qué pasa? Que nuestra sociedad está a punto de sucumbir a la "teocracia progre, empujada por los polítcos y el periodismo", como decía recientemente Antonio Pérez Henández, que estuvo en el PCE y luchó contra el franquismo, no crea algún ingenuo que es de Vox por su forma de analizar la situación. El mismo que señala que "quieren desenterrar los muertos del Valle de los Caídos para tapar los cien mil fallecidos de la pandemia". Es el filibusterismo político del PSOE que bendice en Ceuta Juan Vivas con su pacto, respaldando las ignominias que para ellos ejerce un efecto placebo para divulgar sus felonías.
 
 
Se han instalado para quedarse discursos basados en las frases: Para que nadie se quede atrás (PSOE), es el momento del consenso, y de estar unidos contra la pandemia (Juan Vivas), hay que echar a la ultraderecha de las instituciones (Fatima Hamed), yo no voy a votar ninguna propuesta de Vox en lo que queda de legislatura (Mohamed Ali).¿Y esta gente quiere realmente proteger la convivencia? ¿Estos que hablan así están convencidos de alcanzar el consenso político? Les ofende que se hable de asociaciones promarroquíes, de entidades que buscan aprovechar la sanidad pública española para personas marroquíes que no españolas como "Enfemos sin Fronteras" (cuyo líder se reúne para enaltecer y organizar la revuelta de una manifestación en Ceuta), y también les importuna que se hable de la Comisión Islámnica de España, cuya cúpula la Policía la implica con la financiación del yihadismo, subvencionada con los presupuestos de la Ciudad y entidad estrechamente relacionada con asociaciones y mezquitas de Ceuta. En este turbio panorama, vuelvo a insistir en los discursos con frases pegadizas. Recuèrdese que Obama llegó al poder con "Yes, we can", Suárez con el "puedo prometer y prometo", Felipe González con aquél "que España funcione", Aznar con "váyase, señor González" y Casado con "hasta aquí llegamos".
 
 
En algunos casos, se acuñan frases que impacten y queden vacías de contenido como el consenso que reclama Vivas demonizando continuamente a Vox. Los que se dicen demócratas, ni respetan los 7.566 votos de Vox en las elecciones locales de 2019 con el 22,37% de los sufragios, ni los 11.752 de las Elecciones Generales con el 35,54% de los apoyos de los ceutíes donde barrieron al PSOE y al PP.
 
 
En el debate del Estado de la Ciudad, bajo el manto protector y disuasorio a las críticas de la pandemia, Juan Vivas escondió situaciones crónicas sin resolver y tantas veces justificadas por la mediocre consejera de Hacienda, Economía y Administración Pública: la Relación de Puestos de Trabajo, tras 21 años en el poder y sin capacidad de darle respuesta a los sindicatos. Otro tanto sucede con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), con 30 años sin cambiar el documento de planeamiento de Ceuta, motor del desarrollo urbanístico y donde, tanto PP en Ceuta como PSOE en Madrid, son culpables de la paralización, por mucho que Manuel Hernández atribuya la única responsabilidad a Vivas, del que dijo que tiene un modelo agotado, pero al que él apoya ¿por la gobernabilidad?
 
 
Todo se trata de camuflar. Al interés político por el control económico se le llama "gobernabilidad", al mantenerse en la poltrona "estabilidad institucional", el repartir dinero a los lobby locales se denomina "no dejar a nadie atrás", el pactar con el adversario político "ejercicio de consenso" y por el bien general. Toda una serie de eufemismos, engañifas, felonías, para justificar que los votos del PP le valgan al PSOE y los de éste para la derecha que ellos tanto abominan.
 
 
Y ya que hablamos de frases, hay una que resume todas estas tropelías: "La política hace extraños compañeros de cama". Tan cierto como que estamos en un ámbito prostituido hasta los tuétanos. Y encima pretenden que les pongamos buena cara y, que además, les votemos para que continúen en su juega particular de mofarse del electorado. Ellos que cuando llega dinero de la Unión Europea dicen que es Pedro Sánchez quien nos lo proporciona y cuando llega de los Presupuestos Generales del Estado, otro tanto. todo mentiras: es nuestro dinero que sale de los impuestos que pagamos. Ni Sánchez ni Vivas nos dan nada de su bolsillo ni regalan nada; somos nosotros mismos quienes lo proporcionamos con nuestras aportaciones. Ellos sólo se encargan de repartirlo y, hasta lo hacen mal porque su libre albedrío responde más al clientelismo político que a un reparto equitativo. Ni justicia ni transparencia. Opacidad.
 

La opinión de Ceuta Ahora se refleja únicamente en sus editoriales. La libertad de expresión, la libertad en general, es una máxima de filosofía de este medio que puede compartir o no las opiniones de sus articulistas

Comentarios
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.219

Todavía no hay comentarios

Más contenidos

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.