El Partido Popular de Ceuta tan especialista en manipular la realidad con información "fake" anunciaba el último fin de semana de marzo, en vísperas de la Semana Santa, el fichaje de una excandidata al Congreso del C`s, algo que Pablo Casado ha vendido a nivel nacional como la gran apuesta "popular", (en ese pretendido intento de fusionar la derecha sin Vox) rebotado de la moción de censura C`s- PSOE en el ayuntamiento de Murcia y la fallida que le precedió en la Comunidad de la misma región entre los mismos partidos.

 

 

La deriva "popular" lleva a criticar comportamientos que ellos mismos protagonizan como es el caso de Ceuta. Ni el C`s es tan malo para ellos y, a lo que parece, tampoco para Vivas lo es el PSOE con tal de mantenerse en la poltrona.

 

 

Reviste de fichaje estrella el PP a Tamara Guerrero, neófita en el mundo político (su única experiencia es haber figurado como candidata al Congreso y luego como número 2 de la formación en las locales, con fracasos electorales en ambos casos del partido del que formaba parte). Sus intervenciones, memorizadas del argumentario que envia Madrid en campaña electoral, no es ni puede ser, el bagaje que el PP muestre en su hoja de servicios como la gran apuesta de arrebatarle a ese partido en descomposición, (el naranja de Arrimadas y antes de Albert Rivera), para potenciar un PP local donde sobran "pelotas" y falta estructura interna y valía, si han de recurrir a "servicios externos", para dar imagen de renovar lo que no es modificar estructuras internas decimonónicas.

 

 

Una formación política como el PP, fraccionada a nivel interno (está el PP de la Asamblea y el PP de la sede con Yolanda Bel en el ordeno y mando), presumiendo de miles de afiliados donde un 99% no paga la preceptiva cuota como tal, es una situación hegenómica "fake", de puro ilusionismo histriónico más que de auténtica realidad y una fábrica de colocaciones.

 

 

En el PP nunca han tenido los pies en el suelo y siempre se han aferrado a los despachos cual urna de cristal o a las opiniones de los "pelotas" deseosos de mantener sus prebendas a costa de elogiarlos  con las más variadas lisonjas. Han ejercido con maestría esa realidad paralela contenida en el denominado sesgo de confirmación o confirmatorio.

 

 

La nueva directora general de Turismo y Planificación de Inversiones, excompañera de aula de Alejandro Ramírez en la Facultad de Educación y Humanidades cuando se encontraba en el Morro y ambos estudiaban la Diplomatura de Empresariales, la misma con la que coincidió en la licenciatura de Administración de Empresas fuera de Ceuta, a la que le facilitó numerosos cursos para que impartiera en la Confederación de Empresarios siendo él secretario general y aprovechando su protegida el aula empresarial, la misma que se esperaba que esta formación "naranja" llevada en volandas por la "ola Albert Rivera" fuera la gran esperanza blanca de la renovación política de la mano del actual marido de Malú, la misma que fracasó en las dos convocatorias electorales en 2019 como candidata al Congreso y, posteriormente como número 2 a los comicios locales donde Ciudadanos perdió toda representación en la Asamblea (solo tenía a Javier Varga, recuérdese en la legislatura precedente), a ese gran fichaje amiga de Alejandro Ramírez, éste continúa su promoción personal proyectándola hasta el Gobierno de Juan Vivas con esta privilegiada designación a dedo, (en ese concurso de méritos tan "sui géneris"), omitiendo estos vínculos personales de amistad duradera al margen de su formación académica, que oculta todo el necesario bagaje para tan rimbombante responsabilidad política en manos de una neófita que será conducida por el propio Alejandro Ramírez cual lazarillo político avezado en el poco tiempo que lleva en el Ejecutivo de la Ciudad.

 

 

La deriva de Juan Vivas y su estado de desesperación es creciente. Este hecho lo demuestra. ¿No hay nadie en sus filas válido para este cometido? ¿No hay banquillo en el PP local para tal responsabilidad y ha de venir Alejandro Ramírez en su auxilio para salvarle los muebles por tanta mediocridad? Figurar en dos listas electorales fracasadas no puede ser patente de corso para colocar a nadie salvo el privilegio del enchufismo puro y duro.

 

 

En este PP de la corrupción y el compadreo, son varios los miembros del Gobierno foráneos: Alberto Gaitán, el propio Alejandro Ramírez no se había decantado por ningún partido desde la secretaria general de la Confederación que parece más un cargo hereditario a nivel familiar ( ahora ostenta su mismo puesto su primo), como ya lo fue el otrora consejero de Sanidad, Javier Guerrero, fulminado por Vivas y tantos otros directores generales que se arriman al poder atraídos por la seducción de su erótica... y el dinero que comporta.

 

 

Una vez más se demuestra que la cuestión ideológica es una mera farsa: lo mismo da estar en Ciudadanos que en el PP como Tamara Guerrero o  transitando como alma en pena en UPyD con Rosa Díez como Julián Domínguez y pasar a Ciudadanos, como antes lo estuvo en el PSOE hasta que perdió la esperanza de ser director territorial del INGESA (su gran ilusión), sabiendo que Jesús Lopera (es pieza inamovible) siempre le cerraría el paso. Ese cambio de cromos es la motivación más "fake" que la política lleva a la gran escena nacional y local del mundo en el que vivimos donde parece que todo vale y todo se justifica, según los intereses que se barajan en cada caso. Con Tamara Guerrero se acaba de escribir un nuevo episodio de C`s al PP. Mientras haya padrinos, hay bautizo. ¡Y lo que te rondaré, morena!