El pacto antinatura PP-PSOE, rememorando el que se produjo en tiempos pasados antiGIL, es la justificación torticera de un despropósito politico inaceptable y el mayor fraude electoral que ambos partidos podrían infringir a su electorado, tratando de justificar lo injustificale, o sea, las antípodas politicas unidas bajo el señuelo de ir contra Vox.

Sólo un necio se dejaría engañar por esta tropelía politica, amparada en un engaño de tales dimensiones que elevan a la categoría de insensatos a los electores que, en realidad, ahora se comprueba que entregaron un cheque en blanco a estos dos partidos sin escrúpulos de ejercer cualquier excusa para ampararse en algo tan espureo como un acuerdo de gobierno, donde el PSOE de Hernandez dijo que "no pedia nada" para aporyar los Presupuestos del PP.

¿Cabe mayor desfachatez? Como ni PP ni PSOE han conocido la verguenza politica, nos situamos en un escenario que parece de ciuencia-ficcion pero es la pura realidad de dos partidos, unidos por su nula concepción de la decencia politica.

Asi se escribe la historia de una pareja de baile que simula "bailar con el enemigo" y encima, tratarnos a todos de idiotas. Lo peor del caso es que las urnas se convertirán en la factura que habrán de pagar por esta insolencia tan bochornosa como impropia de partidos serios y respetuosos con sus electores.

Para las próximas elecciones, ya saben: votar PP es igual a votar PSOE, y viceversa. Para morir de empacho electoral. Una desverguenza mayúscula bendecida por sus máximos dirigentes en Ceuta.