Desde que se produjo el robo, la familia víctima del desvalijamiento sufrido la pasada semana duerme intranquila. Una semana después del hecho delictivo, que investiga la Policía, han contado cómo vivieron esos momentos.

Habían ido a celebrar un cumpleaños por la tarde y posteriormente el matrimonio y los hijos habían cenado fuera. A su vuelta, a eso de las 11.30 horas de la noche del pasado viernes, al introducir la llave de la puerta para aceder a su casa, se toparon con que la cadena estaba echada desde dentro y las luces encendidas. Llamaron inmediatamente a la Policía, que acudió pronto. Las sospechas del robo eran evidentes. Fueron los agentes los que forzaron la cadena para confirmar definitivamente lo que había sucedido.

Las habitaciones estaban destrozadas, las ventanas abiertas y el desasoiego se multiplicó. Se habían llevado -como aquí se contó- ordenador, tablets, equipo completo de cámara fotográfica, televisor... y hasta la bicicleta de la pequeña de 4 años. No les dío tiempo a llevarse otra televisión, la más moderna, que estaba en el salón.

Se especula con que al menos eran tres los participantes del robo, (el que se introdujo en la casa por la ventana, el que estaba en la calle Galea -cortada al tráfico- vigilando, quizá otro para ir recibiendo lo que le enviaban desde la ventana y el que debía estar esperando con alguna furgoneta). Una acción coordinada para perpetrar semejante robo.

"Miré en la localicación de la Tablet y me la situaba en Marruecos", dijo el cabeza de familia en su narración de los hechos.

Es una evidencia que la ubicación tan próxima de los elementos constructivos de la obra, que se ejecuta anexa a la espalda del edificio de La Marina, han sido determinantes para facilitar el robo. Sólo 1,25 mts de distancia (lo ha medido con metro) entre la ventana, por donde se introdujeron los ladrones, y el soporte de la grúa desde donde partieron los ladrones para acceder a la vivienda.

La constructora, Dragados, ha reconocido que no tiene medidas de vigilancia y que cuentan con todas las habilitaciones para ejecutar la obra, de la que no se duda, explicó el vocal de la familia, pero que sólo mantuvieron la distancia mínima exigida para el paso de peatones, aunque nadie de percató de que la cercanía con el edificio pudiera ser -como así fue- aprovechada por los delincuentes que hallaron una plataforma fácil para perpetrar su robo.

Al parecer no existe en Ceuta normativa municipal, en Urbanismo, que contemple estas medidas de seguridad (la de una separación entre bloques de viviendas que eviten hechos como éstos, aunque sí parece que en otros municipios sí estarían contempladas. No obstante, se comprueba si existe en la ciudad autónoma esas normas, por si hiubieran sido pasadas por alto.

Lo peor es que la grúa, según confirman desde la constructora, "va a estar en el mismo sitio, al menos, un año más", se lamenta resignado el vocal familiar que ha pensado en colocar rejas en sus ventanas "aunque no nos gusta tener la sensación de vivir encarcelado en tu propia casa".

Esperan que la Policía pueda hacer su trabajo y que logren identificar y detener a los autores. El matrimonio sólo llevaba un año residiendo en esta vivienda y desde ahora "dormimos con temor. Con las persianas bajadas".