Ayer conocimos la sentencia del Caso ERE, y esta última, no ha dejado indiferente a nadie.

Lejos quedaron esos días de solidaridad de Pedro Sánchez y su equipo, con sus compañeros a los que comenzaron a investigar por lo que parecía solo una “mala gestión” de unas subvenciones de ayuda de empleo.

Ayer, en Ferraz, hubo silencio absoluto; el presidente en funciones Pedro Sánchez, se refugió en la Moncloa, el mismo que nada más conocerse la sentencia de la trama Gürtel, quiso encabezar una moción de censura contra Mariano Rajoy y su partido, que finalmente efectuó con el apoyo de sus socios los comunistas, golpistas, y proetarras.

Pablo Iglesias, principal apoyo del PSOE para una posible coalición de Gobierno, llegó a llamar criminales a los implicados en la trama Gürtel, y a mostrarse partidario de la moción de censura previamente mencionada, sin embargo, ayer se limitó a criticar al bipartidismo, sin señalar directamente a su socio. Cierto es, que el casoplón no se paga solo, y pertenecer a la casta política, tiene muchos gastos, por lo que no se puede permitir ser un hombre de principios y proponer una moción de censura contra Sánchez, o incluso pedir su dimisión, sobre todo, teniendo en cuenta que la sentencia remarca que “La decisión de dar estas ayudas no partía de la Consejería de Empleo, sino que era una decisión del Gobierno en su conjunto",  por lo que ejecutivo socialista aprobó infinidad de modificaciones presupuestarias para dar cobertura al procedimiento ilegal que permitió manejar el dinero sin dar cuentas a nadie.

Todos conocemos, y tenemos asumida la doble vara de medir de la izquierda, pero resulta infausto, que en un país se justifique la corrupción según el color que tenga, y más ínfimo, es que se exculpe la que más dinero público ha defraudado.

También se puede estatuir lo expuesto anteriormente, analizando las condenas recibidas en el Caso ERE, las cuales son otra prueba más de lo barato que les ha salido defraudar a miles de andaluces, y es que los principales culpables de este fraude, Griñán y Chaves, han recibido penas de seis años de cárcel y nueve de inhabilitación, respectivamente.

Quedaremos a la espera de una crítica frontal de la izquierda ante la mayor trama de corrupción llevada a cabo en España, ya si eso, cuando los marqueses de Galapagar terminen de pagar su hipoteca.