Me sorprendo con la noticia de que la editorial británica Penguin Books, responsable de la edición del libro “Así se domina el mundo” (Ariel 2017) ha retirado la versión inglesa del mismo porque tiene “reminiscencias antisemitas”. La clave de las mismas está inicialmente en la portada de las dos ediciones, tanto la española como la británica, en las que se ven los tentáculos de un pulpo, figura (la del pulpo) que según el (presunto) escritor británico Jermy Duns, ya utilizó Hitler en Mein Kampf para referirse a las ambiciones del poder mundial.

El argumento es incontestable. Es más, debería prohibirse que a cualquier varón se le impusiera el nombre de Adolfo por tener reminiscencias antisemitas y conspiranoicas.

Y además, Pedro Baños es “prorruso”, lo que le costó la posibilidad de ser Director del Consejo de Seguridad Nacional.

Es increíble que una persona como Pedro, amigo personal y compañero de Promoción, acumule tantos descalificativos y tan importantes. ¿Dónde está la clave de tanto dislate que parece haber perpetrado el Coronel Baños?

Pues la respuesta nos la dan Antonio de Castro y Aurora Ferrer en su libro “Soros Rompiendo España” (Homo Legens, 2019) con la publicación de una carta del Diputado Laborista Chris Williamson (21 diciembre de 2018) dirigida al Presidente del Gobierno D. Pedro Sánchez en la que se habla de una “injerencia británica en la soberanía y los procesos democráticos de España” a través de Organizaciones No Gubernamentales financiadas por el Gobierno Británico.

Claro que la carta está obtenida a través de internet, y está sospechosamente escrita en un perfecto español, pero la trama que ambos autores desvelan en su libro no deja la menor duda de que algo hay detrás de todo esto. Y que uno de los altos cargos del PSOE que se rebelaron contra el nombramiento de Pedro fuera precisamente Josep Borrell -El Confidencial, 28.06.2018- (uno de los que ha sido recibido con mesa y mantel por el Sr. George Soros) no hace si no corroborar que hay algo turbio.

Efectivamente. Pedro comete el imperdonable delito de citar a Soros (página 173 en la versión española) y afirmar que es responsable, entre otras tropelías, de la expulsión del poder de Victor Yanukovich (presidente ucraniano). El libro de De Castro y Ferrer relata otras muchas intervenciones, empezando ambos libros por el súbito enriquecimiento del magnate húngaro-norteamericano con la quiebra del Banco de Inglaterra en 1992. No voy a entrar en las relaciones Rothschild – Soros, para ello están cientos de artículos en la web y muchos libros además del citado.

Bueno, pero ¿qué tiene que ver esto con el antisemitismo que parece profesar Pedro Baños?. La clave está en un articulo de El Mundo (Antisemitismo: por qué pervive el odio a los judíos en España, del 6 de julio de este año) “repasen los ataques de Vox (en la línea de Viktor Orban) contra George Soros”. Criticar a Soros es pues una manifestación de antisemitismo. Y decir que “te han hecho una judiada” también. Naturalmente, hablar de Rothschild es una falta muy grave de antisemitismo.

Por cierto, este artículo es de una pobreza intelectual supina. Clasificar de antisemitas a los españoles (“está en su ADN”) por hablar de “matar judíos” en algunas localidades castellanas en Semana Santa -refiriéndose a un brebaje a base de vino y limonada-, es como afirmar que en Valencia son todos racistas porque existe una plaza llamada “del Negrito” -no se pierdan el vídeo en Youtube- o porque en cualquier rincón de la España peninsular existe un lugar llamado “del moro” o “de la mora”. En Ceuta ya somos “racisticamente correctos”, porque derribamos la Torre de la Mora para construir el Parador.

Pero, claro, según relata Elvira Roca (“Imperiofobia y Leyenda Negra” Siruela 2016), el antisemitismo español “Es un tema amplísimo que solo vamos a rozar tangencialmente para explicar uno de los últimos brotes temáticos del árbol florido de la Leyenda Negra, según el cual la historia de España está condenada desde sus inicios por la expulsión de los judíos en 1492, lo que la privó de la única gente con talento para las ciencias y para los dineros”.

No se puede decir más claro.