Martes, 30 de Septiembre de 2025

Actualizada Martes, 30 de Septiembre de 2025 a las 09:15:28 horas

Redacción
Jueves, 21 de Marzo de 2019
Sociedad

Monseñor Juan José Aguirre Muñoz, obispo en la República Centroafricana, Premio Convivencia.

El jurado del Premio Convivencia, en su XVII edición, ha fallado a favor de la propuesta de la Policlínica Virgen de África

La propuesta presentada por la Policlínica Virgen de África ha resultado galardonada con el XVII Premio Convivencia​, que ha recaído en Monseñor Juan José Aguirre Muñoz, obispo de Bangassou, en la República Centroafricana.

 

Juan José Aguirre Muñoz lleva más de 30 años trabajando en este país, uno de los más olvidados del continente africano. La región de Bangassou, su Diócesis, es tan extensa como Andalucía. Se encuentra en la frontera con la Republica Democrática del Congo. A pesar de la existencia de un gran río la zona está muy aislada. La pista que le une al resto del mundo está en pésimas condiciones y a esto se le suma la inseguridad de los asaltos a los vehículos por ladrones y por bandas armadas. En muchas de las comunidades de su Diócesis el dinero apenas se utiliza. En su Diócesis conviven de forma pacífica ocho etnias diferentes, que hablan cada una su lengua.

 

Juan José Aguirre dice que África le ha proporcionado dos grandes enseñanzas: la capacidad de vivir que poseen los ciudadanos del continente africano, a pesar de las enfermedades y de los peligros, y una religiosidad a prueba de bombas.

 

Juan José Aguirre es el obispo de los pobres, se faja de verdad: recibe a los feligreses en su propia casa desde las seis de la mañana y los escucha el tiempo que haga falta. Ninguno se va sin ser atendido, razón por la que cada segundo dedica la imaginación a combatir la absoluta miseria. Dice que ser obispo en África es completamente diferente, es un servicio que se concreta muchísimo más. El obispo también es padre y tiene la responsabilidad de un cargo, pero la manera de ejercer ese servicio es más libre, más sencilla en África, pudiendo encontrar al obispo arreglando un pinchazo, subido en una escalera haciendo reparaciones o pintando, confesando enfermos o leprosos, lavando platos...

 

Continuamente Juan José Aguirre Muñoz da las gracias a todos en nombre de miles de africanos. Quiere ser el altavoz de su pueblo, una caja de resonancia del agradecimiento que siente su gente cuando los cooperantes dan su tiempo y su saber para sacarlos del pozo. Refiere que todos los profesionales que han pasado por Bangassou han dado vida a la muerte, han dado vista a la oscuridad, han cargado como buenos cirineos la cruz de los más pobres, y han dado esperanza cuando ésta ya se había difuminado.... y no son sólo bonitas palabras.

 

 

Comentarios
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.219

Todavía no hay comentarios

Más contenidos

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.