El Premio Maria de Eza a la Mujer ceutí del año 2019 ya está en manos de la galardonada en esta edición, Mercedes Medina, durante el acto de celebración en el abarrotado Salón de Actos del Palacio de la Asamblea.

Mercedes Medina, ejemplo de resistencia y lucha ante su propia enfermedad desde niña, lo que no le impidió acabar sus estudios y formándose en Turismo, sector en el que ejerció su profesión hasta que una crisis renal la obligó a la diálisis, se introdujo en 2001 en el difícil mundo de las personas con estas graves dificultades. Lejos de rendirse, ante su complicada experiencia vital, se involucró en el tejido asociativo para dar visibilidad a estos enfermos a través de ALCER. Más tarde se hizo cargo de la Presidencia del Comité Español de Representantes de Discapacitados en Ceuta (CERMI) hasta 2012. Volvió al cargo en 2016 y desde esa responsabilidad ha logrado que la discapacidad sea visibilizada y tenida en cuenta por las Administraciones Públicas en la Ciudad Autónoma.

En su discurso, reivindicativo, muy a su forma de ser, señaló que este día la mujer discapacitada se encuentra doblemente desigual "por ser mujer y por ser discapacitada". Pero Mercedes Medina resumió puso broche a su discurso garantizando que "seguiré siendo tan peleona como siempre" y agradeciendo a sus más íntimos el habrer estado y seguir ahí apoyándola.

El presidente Vivas le alentó a que siga por ese camino de la permanente reivindicación con el optimismo por bandera "pese a la caña que me has dado", simpatizó. Y pidió "más igualdad para tener un mundo más justo".